Hay cosas que solo se explican en Chile. Como esta suerte de alquimia financiera-deportiva que convierte al Estado en mecenas silencioso del fútbol profesional, pero al mismo tiempo, en un invitado incómodo cuando se discute cualquier intento de reforma legal o fiscalización.
Fútbol profesional made in Chile: negocio privado, subsidiado con impuestos de todos y un Estado que mira desde la galería
Miguel Ramírez, el actual DT de Deportes Iquique y uno de los adiestradores de mayor proyección del fútbol chileno, supera el mero análisis técnico y profundiza en torno a la realidad del balompié criollo. “Las sociedades anónimas deportivas han hecho perder el sentido de pertenencia en los clubes”, señala.
“El gobierno debe intervenir al fútbol. Es algo inevitable”
La llegada de Jaime Vera como entrenador es un indicio de la inyección de dinero que llegó al Velero.