La entrevista que realizó Oprah Winfrey a los duques de Sussex, Meghan Markle y el príncipe Harry continúa dando que hablar y generando controversia en el mundo. En esta oportunidad fue el papá de la duquesa, Thomas Markle, quien salió al pasó y criticó a su hija, tratándola de mentirosa.
En el programa matutino inglés, ITV's Good Morning Britain, el hombre de 76 años dudó de la versión de su hija cuando esta destacó que la Familia Real estaba preocupada por "cuán oscura sería" la piel de su hijo Archie, sentenciando que no cree que la monarquía inglesa encabezada por la Reina Isabel II sea racista.
"Tengo con gran respeto por la realeza. No creo que la realiza británica sean racistas en lo absoluto. No creo que los británicos sean racistas. Pienso que en Los Angeles son racistas. California es racista, pero no creo que los británicos lo sean", indicó Thomas Markle.
Además, el padre de Meghan enfatizó que no tenía conocimiento que su hija tuviera problemas psicológicos y que, de saberlo, hubiera estado junto a ella para apoyarla.
"Si hubiese sabido que ella tenía problemas psicológicos hubiese estado ahí para ella. Ella ha sido como un "fantasma" con su familia en Estados Unidos y creo que de verdad no tenía con quien contactarse", sentenció el fotógrafo.
Finalmente, Thomas Markle consideró que la entrevista fue innecesaria y que tanto Meghan Markle como el príncipe Harry "se pasaron un poco", no teniendo en cuenta la salud de los monarcas ingleses, específicamente la del príncipe Felipe que fue intervenido debido a un problema en el corazón.
La aclaración de Oprah Winfrey
Una de las protagonista de la entrevista del momento, Oprah Winfrey, aclaró una de las grandes controversia que dejó las declaraciones de Meghan Markle, particularmente, la que hablaba de racismo por parte de la realeza británica.
En una declaración que dio la entrevistadora afroamericana en el programa CBS "This Morning", puntualizó que "Enrique no compartió la identidad conmigo, pero me aseguró que si tenía la oportunidad de hacerlo dijera que no fueron ni su abuela ni su abuelo".
Por lo tanto, no fueron los abuelos de Archie los que cuestionaron cuán oscuro iba a ser su nieto, descartando que la Reina Isabel II y el príncipe Felipe tuvieran inclinaciones racistas.
