El 2 de septiembre quedó guardado en la memoria colectiva del país debido al trágico accidente del C-212 en Juan Fernández, donde perdió la vida Felipe Camiroaga y otros cuatro miembros del equipo del "Buenos Días a Todos", entre los que estaba el periodista Roberto Bruce.
La partida del animador caló hondo en el público y que, a diez años de su muerte, aún se sigue lamentando la ausencia del “Halcón de Chicureo”. Su recuerdo ha ido acumulando elementos que permiten seguir hablando de él como una de las figuras más relevantes de la televisión.
"Hay varias cosas, una tiene que ver con que después de su muerte no ha existido ninguna figura tan relevante en la televisión como él, en estos 10 años", expone a TiempoX, Cecilia Gutiérrez, autora del libro "Felipe Camiroaga: La verdadera historia". "Además, su muerte fue trágica, inesperada, tiene varios elementos que la hacen aún más dramática, entonces es difícil borrar de la memoria un episodio tan violento y que nos marcó como país", agrega.
Carismático, de risa fácil y sin miedo al ridículo; el presentador de televisión fue cimentando una carrera que alcanzó su apogeo durante sus últimos años en TVN, donde terminó convirtiéndose en el indiscutido "rey de las dueñas de casa", las mismas que mantienen vivo su legado y también una sensación de permanente duelo, tanto en la TV, como en otras esferas.
"Fue uno de los primeros y pocos animadores que se atrevió a reírse de sí mismo, como que hacía todo lo posible por afearse, por crear personajes un poco ridículos, sin miedo a lo que eso podía provocar en su imagen y eso es súper valorado por la gente", detalla la periodista, resaltando que "se desprendía un poco de estos egos que se habla tanto que existe en la televisión, entonces eso lo hace muy diferente al resto".
Los elementos que acrecientan la figura televisiva de Felipe Camiroaga
Televisivamente, Felipe Camiroaga explotó un rol multifacético creando memorables personajes cómicos que eran una especie de alterego cómicos como "El Washington" y "Luciano Bello". Estos chispazos de humor, lo hacían diferenciarse del resto con cualidades genuinas, pero lejos de restarle seriedad, hacían un puente para conectarse con el público.
La clave, según explica Cecilia Gutiérrez, está en que el comunicador, a diferencia de lo que se ve en pantalla en la actualidad, estuvo en todos los horarios de transmisión, incursionando en programa matutinos, en las tardes, estelares e incluso los fines de semana. Todo eso hizo de Felipe Camiroaga "un conductor muy completo".
"Todo lo que hacía Felipe fue exitoso en su máxima expresión. No hay animador que haya hecho tantas cosas. Hay tipos que son buenos, pero Felipe Camiroaga era completo", destaca Sergio Marabolí, ex director de La Cuarta y actual productor ejecutivo de "Zona de Estrellas".
Pero, así como supo de grandes éxitos, también tuvo sus derrotas y, a lo largo de su carrera, le tocó explorar grandes fracasos a los que se sobrepuso haciendo gala de su impronta. "No toda la carrera televisiva de Felipe fue exitosa, estuvo marcada por muchos fracasos y los supo llevar, como momentos oscuros como el Copihue de Oro. No todo fueron luces, también hubo sombras y eso hace que su historia sea interesante y que siga provocando curiosidad en la gente después de tantos años", plantea el rostro de Zona de Latina.
Este año, Felipe Camiroaga recibió el “Copihue de Oro” póstumo como el mejor animador de la última década de la televisión chilena. Aquella acción fue aplaudida por los seguidores del comunicador y el mundo del espectáculo.