El Festival de Viña del Mar es una de las plataformas más desafiantes para un humorista, ya que su público es uno de los más desafiantes, no por nada lo conocen como "El Monstruo", ya que quien cae en sus garras recibe una pifiadera de tal forma que incluso podría destruir una carrera, o interrumpir un show a tal punto que no puedan terminarlo.

Es por eso que en TiempoX, en una semana donde recordamos sucesos que se vieron en este evento, nombraremos algunos de los humoristas que fueron "devorados por el Monstruo", fijándonos como límite el 2010, es decir, antes que Chilevisión tomara las transmisiones.

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Los humoristas del Festival de Viña del Mar que fueron “devorados” por “El Monstruo”

Juan Verdaguer

El caso de Verdaguer en 1977 es bastante particular. “El Monstruo” no pudo conectar con el humorista y finalmente lo sacó del escenario. A pesar de ello, volvió a festivales como “La Canción de todos los Tiempos” y programas en la década de los 80, convirtiéndose en uno de los humoristas más recordados de Chile.

Checho Hirane

Es una de las rutinas más infames de todos los tiempos. El ahora locutor de Radio Agricultura se subió al escenario del Festival de Viña 1984 y no lograba hacer reír al público, por lo que decidió hacer un acto que hasta hoy todos recuerdan, para burlarse: Subirse a una cama elástica. No resultó.

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Ronco Retes

El mismo año que Checho Hirane, Retes subió a intentar hacer reir al “Monstruo”, pero la rutina solo duró unos minutos, y muchos notaron que la rutina estaba poco preparada.

Sergio Feito e Hijo

Sergio Feito no era nuevo en Viña del Mar, ya se había presentado con gran éxito, por lo que en 1990 decidió subirse al escenario con su hijo, lo que fue un grave error, ya que el público no los dejó terminar ningún chiste. Tal fue la pifiadera que se apagaron los micrófonos del público, pero aun se colaban en los que usaba la orquesta y los artistas.

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Luis Pescetti

El argentino subió en 1993 y su pifiadera es otra de las recordadas por muchos. Tanto era que interrumpían sus chistes que, en una dinámica con el público, ellos le respondían a su canción con el coro de “chao, chao, chao”. Pescetti se dio cuenta de que no podría darlo vuelta y terminó la rutina citando haber entendido lo que quería el público.

Óscar Gangas

El humorista partió de mala forma en Viña 98, criticando el humor en doble sentido que Melón y Melame practicaron en su exitosa presentación para luego ir con comparaciones entre argentinos y chilenos, lo que el público reprobó de tal forma que casi destruyó su carrera. Tuvieron que pasar 13 años para que volviera al Festival, logrando encantar al público, redimiéndose de aquel bullado fracaso.

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Daniel Muñoz

Luego del extraño éxito que tuvo con su personaje de "El Malo", el actor Daniel Muñoz volvió al Festival de Viña del Mar en el 2001, con su personaje de "El Carmelo". Esto resultó en pifias por parte del público que no logró nunca conectar con la rutina. Años después, recordó que luego de ser criticado por usar tarjetas en su rol de bandejero de algunos humoristas, Antonio Vodanovic no las usó con él, lo que provocó que el animador olvidara su texto, lo que hizo que perdieran el ritmo de la rutina.

Vanessa Miller

Otras de las pifiaderas más recordadas del Festival de Viña del Mar 2003. Con su personaje de “La Nana Argentina” no logró conectar con “El Monstruo” que reprobó los minutos de la rutina que se sintieron eternos para algunos. A pesar que Antonio Vodanovic intentó apoyarla, nada pudo hacer para que el público se tranquilizara, sacando finalmente a la humorista del escenario.

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Natalia Cuevas

La comediante e imitadora había pisado antes el escenario del Festival de Viña, pero ese fatídico 2004, el total olvido de su rutina le jugó en contra. No pudo recuperar nunca el ritmo, y el público al notarlo no hizo más que reprobar lo incómodo de esos minutos.

Profesor Salomón y Tutu Tutu

El 2008, Pablo Zamora y Kurt Carrera subieron a Viña para interpretar a los personajes que tanto éxito tuvieron en “Morandé con Compañía”. Pero un par de chistes mal contados, un insulto gratuito a la alcaldesa de Viña del Mar y la mutilación de un liberto por parte de la producción, provocó que su rutina fuese un fracaso que terminó por sepultar la carrera del dúo. A pesar de recuperarse tiempo después, la dinámica no fue la misma, y Zamora se alejó de los escenarios.

Manpoval

Antes del cambio de década, Manpoval subió al escenario del Festival tras un gran éxito en Olmué. Pero la repetida rutina escuchada semanas antes en este último evento, y las ganas del “Monstruo” por disfrutar de la música de Simply Red sepultaron la rutina realizada ese 2009, la que terminó en la total indiferencia.

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