"Verdades ocultas" llega a su fin tras cinco años en pantalla. La teleserie ha marcado un hito en la televisión chilena, no sólo por su extensión y sus extraños sucesos, sino que también por la gran cantidad de muertes que se han visto en la ficción. Han sido tantas las defunciones, que algunos fanáticos crearon un contador para saber cuántos episodios se han emitido sin registrarse un nuevo fallecimiento. Muertes naturales, trágicos accidentes e impensados asesinatos se han visto en la ficción a lo largo de estos años. Es por eso que TiempoX te refresca la memoria y te recordamos los personajes que dejaron de existir por cada temporada de "Verdades ocultas". Cuando al fin comenzó a ser feliz al lado de Laura, el padre adoptivo de Agustina muere por complicaciones derivadas de un cáncer estomacal. Tras protagonizar una fuerte discusión con Pedro, su hermano, Rodolfo sufrió un ataque al corazón y fue a dar al hospital. Ahí es donde deja este mundo, acompañado de Agustina, su enamorada y Tomás, quien resultó ser su hijo biológico. El segundo en partir en "Verdades ocultas" fue el hermano de Rodolfo, quien resultó ser el padre biológico de Rocío y Agustina. Pedro, en su avaricia, comenzó a acosar a Laura para quitarle la fortuna que le dejó su hermano al fallecer. Fue así que un día intentó abusar de la protagonista. Agustina fue testigo del ataque y le propinó un golpe en la cabeza para defender a su madre, provocando su muerte Tras consolidar su romance con Mario Verdugo y vivir un feliz embarazo, la querida estilista del pasaje Nueva Esperanza fallece tras dar a luz a su hija, Gladys, conocida como la "Chirigüita", y marcando la vida de su hija mayor, Roxana. Al enterarse de la muerte de Pedro, Isabel (Paula Sharim), su esposa, decidió vengar a su marido, atacando a María Luisa, su hermana, por donde más le dolía. Fue por eso que la mujer citó a José Soto, el amor de su hermano, en su restaurante y lo envenena, causándole la muerte instantánea y un profundo daño a María Luisa. Esta muerte se logró apreciar en un flashback durante la historia. El esposo de Gabriela fue asesinado por accidente por Ricardo, quien lo atacó para defender a Muriel, su novia en aquel entonces, de ser abusada por él. Era el cómplice de Leonardo, contratado para que secuestrara a Agustina y a Tomasito. Para deshacerse de él, el villano manipuló a Muriel para que lo asesinara, prometiéndole que le perdonaría la vida por haberlo traicionado si concretaba la muerte de su secuaz. Es así que el personaje de Begoña Basauri le dispara y lo asesina de forma instantánea; momento que fue grabado por Leonardo para inculparla de todas formas. La enfermera fue contratada por Leonardo para cuidar a Agustina en el parto y secuestrar a Tomasito para huir con el bebé. Luego de traicionarlo en esta misión, decidió pedirle auxilio a Gabriela, la madre del villano, para escapar y no ser asesinada por él. Sin embargo, no esperaba que la criminóloga le tendería una trampa, siendo asesinada con un disparo en un terreno baldío. El icónico personaje del pasaje Nueva Esperanza y mejor amiga de Laura, fallece tras un accidente cerebrovascular, dejando a Eduardo, su hijo biológico y con quien se acababa de reencontrar. La protagonista había quedado postrada luego de ser arrollada por Agustina, quien ocultaba su identidad bajo el rostro de Amelia. Un día, la enfermera a cargo de sus cuidados la llevó a pasear al parque y apareció Leonardo bajo la identidad de Lucas Montalbán. El villano le reveló sus malvadas intensiones con Agustina y la mujer sufrió un ataque al corazón por la impresión. Fue la fiscal que descubrió que Leonardo jamás murió e inventó el accidente que, supuestamente, tuvo con Agustina. Al descubrir la verdad, le cuenta todo a Gabriela y el villano escucha la conversación. Para no permitir que su plan fuera descubierto, Leonardo se sube al vehículo de Gloria y la obliga a manejar hasta un terreno baldío. La fiscal intentó negociar con él, prometiéndole que lo ayudaría a encontrar a Agustina. En el lugar, la profesional le consultó si había matado a Muriel y el personaje de Carlos Díaz notó que lo estaba grabando a escondidas. Al percatarse de ello, el hijo de Gabriela la empuja por el barrando y se golpea en la cabeza, muriendo de inmediato. El villano, interpretado por Carlos Díaz, descubrió que su madre le ocultó la verdadera identidad de Amelia, quien resultó ser en realidad, Agustina. Todo, para proteger a su hijo de la enfermiza obsesión que tenía con la menor de las Mackenna. A raíz de ello, le inyectó una dosis letal de un medicamento, el cual detuvo su corazón. Esto permitió que su muerte pasara como un suicidio. El hijo de José Soto, quien inició una relación con María Luisa tras la muerte de su padre, falleció tras protagonizar un grave accidente en motocicleta. El hombre era el guardaespaldas y manoderecha de Rafael. Previo a dejar el país al enamorarse de Rocío, fue contratado por Genaro, padre de su amigo, para investigar a Eliana (Francisca Gavilán), de quien desconfiaba. Fue así que una noche siguió a la villana, misma ocasión en la que ella llevó a Agustina hasta donde estaba Tomasito, para hacerle creer que el menor no era su hijo y, de esa manera, enloquecerla. Alonso descubre que el bebé estaba vivo y que era cómplice de Leonardo. Tras enfrentarla, recibe un golpe en la cabeza propinado por Agustina, quien pensaba que él quería generarle daño a ella y al bebé. Marco llevó al amigo de Rafael al sótano de la casa, le dispara y le prende fuego al lugar. El hombre, quien resultó ser el padre biológico de Eliana, fue asesinado por la villana tras descubrir las verdaderas intenciones de ella. El exmilitar descubrió que la mujer, de quien desconfiaba, no viajó al sur como lo había dicho, sino que había viajado a Argentina para reunirse con Marco. El hombre la encaró en la casa de Rafael y ella lo ahorcó sin piedad, provocándole un infarto al corazón y, por consiguiente, la muerte. Al descubrir que Raquel y Samuel eran sus padres biológicos, Roxana acepta donarle su riñón a Javiera (hija del empresario), a pesar de las diferencias que tenía con ella. Tras ser reconocida como hija legítima por Samuel por su acción, Roxana fallece en la cirugía por complicaciones derivadas de una cardiopatía congénita. Aquejado de una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), el esposo de Rocío decide someterse a una eutanasia en Holanda, y la protagonista termina aceptando su determinación tras ser convencida por Eliana, quien tenía maquiavélicos motivos para ello. La abogada mantenía una grave obsesión con Diego y estaba dispuesta a hacer lo que fuera para que él se quedara a su lado. Fue así que se alió con Eliana para destruir a la protagonista, cometiendo impensadas acciones. Valentina fue convencida por Eliana para dispararle a Rocío en medio de una fiesta navideña del pasaje Nueva Esperanza. La mujer falla y balea a Agustina. A raíz de ello, la villana decide asesinar a su secuaz, por representar un peligro para sus planes. ¿Y cómo la asesinó? Le propinó un impacto de bala en la cabeza, sin percatarse que Marco estaba grabando su asesinato. Esta es una de las muertes más icónicas de la villana. Nancy era la empleada de la casa de Eliana y de Tomás. Con el tiempo, la fiel asesora del hogar comenzó a sospechar de su empleadora y decidió contarle todo a Rocío. Antes de que lograra concretar su reunión con la protagonista, Eliana la enfrenta y la asesina con un disparo en la cabeza. Eliana perdió la cabeza después de enterarse que Marco -su examante y cómplice- junto a Agustina y Cristóbal se irían lejos del pasaje Nueva Esperanza para iniciar una nueva vida, alejados de las mentiras del pasado. La villana no pudo soportar esto y terminó asesinando al personaje de Camilo Carmona, disparándole a sangre fría, en cuatro ocasiones. Para no ser inculpada por el delito, Eliana cita a Ricardo al lugar, al mismo momento que a la policía, por lo que el hermano de Leonardo es inculpado por la muerte de Marco. Era el secuaz de Leonardo, quien luego se transformó en cómplice de Eliana. Entre una de las órdenes que recibió fue mentirle a Agustina y eliminar la evidencia que involucraba a la villana con el asesinato de Valentina. Rocío, en su investigación paralela, pilla a su archienemiga hablando con él, así que lo contacta para saber si había asesinado a Valentina. El hombre le explicó que no asesinó a nadie y sólo siguió las órdenes de su jefe, quien era Leonardo San Martín. Al comunicar eso, recibe un disparo en la cabeza, frente a la protagonista. Dicho disparo fue percutado por Gabriel, el cómplice del personaje de Carlos Díaz. Era el médico forense y cómplice de Leonardo, que lo ayudó a recuperarse tras ser baleado por Tomás hace años. El mismo día en que Rocío y el villano se reunieron por primera vez, Julieta y Diego fueron a buscarla al lugar que señalizaba su última ubicación, pues no aparecía. La joven informática ingresó a la casa y se topó con Gabriel, quien la atacó y la acorraló con un arma. Diego ingresó al lugar y descubrió la escena y, sin dudar, le disparó al cómplice de Leonardo en el pecho. Tras el asesinato -y por órdenes de Leonardo-, Rocío incendia la casa con el cadáver del médico para eliminar las evidencias. Era el duelo del local de armería donde la villana solía comprar. Rocío fue al recinto, gracias a la información que le brindó Leonardo, fingió ser una detective de investigaciones, llamada Martina Cáceres. En medio del interrogatorio, Rocío descubrió que efectivamente Eliana fue quien compró el arma homicida y, cuando iba a obtener las imágenes de la cámara de seguridad del día de la compra para inculparla, la villana llegó al local. La protagonista huyó y la hija de Genaro asesinó a Miguel, inyectándole una sustancia que le generó un infarto. Era una policía de investigaciones y fue contratada por Rocío para investigar a la villana de manera encubierta, haciéndose pasar como la asesora del hogar de Tomás y Eliana. Con el tiempo, la enemiga de Rocío descubrió que Briceño trabajó para ella con el motivo de espiarla. Es por eso que fue hasta su casa para enfrentarla, y ella estaba esperándola. En el encuentro, Alejandra le confirma que trabaja para "El Santo". Eliana, quien aún no se enteraba que Leonardo seguía con vida, perdió la cabeza y le inyectó una sustancia para que le revelara la verdadera identidad de dicho hombre. La mujer termina falleciendo al ser alérgica al remedio y Eliana huye del lugar. Después se reveló que Briceño, era en realidad la hija del rol de Carlos Díaz. Era el hijo de José Luis, el miembro del pasaje Nueva Esperanza que arribó a Chile desde Venezuela. El joven fue contratado por Leonardo, a la fuerza, para que ejecutara sus trabajos. Eliana descubrió que Juan Fra era aliado de Leonardo y, sin titubear, asesina al joven, generando un gran pesar en su padre y en los vecinos. Previo al salto temporal, Leonardo tuvo que escapar de Chile, pero no lo hizo solo: viajó con Rocío, quien también se fugó para impedir que fuera denunciada por ser cómplice de él. Ambos rehicieron su vida en Europa y tuvieron una hija: Martina, el nuevo personaje que asumió Camila Hirane. Leonardo no duró muchos días vivo tras el transcurso de los 25 años. El villano falleció en su hogar aquejado por el severo dolor que acarreaba desde el intento de asesinato de Tomás. Muchos creyeron que volvería a aparecer, ya que antes lo habían dado por muerto durante cuatro veces; no obstante, Carlos Díaz sostuvo que esta era la definitiva. En esta nueva temporada, se evidenció que Ricardo engañaba a Agustina con Samanta, esposa de Diego, su mejor amigo. Además, se vio cómo Olivia, su hijastra, se enamoró de él. La verdad oculta de Ricardo provocó su fin. Cuando se estaba hospedando en un hotel, escapando del pasaje "Nueva Esperanza", fue asesinado. Diego, Samanta y Agustina fueron los tres sospechosos, ya que ellos fueron los últimos en verlo en dicho lugar y ellos desarrollaron rencillas tras conocerse la infidelidad. No obstante, con el correr de los días, se dio a conocer que Leticia, la madre de Diego, fue quien asesinó al hermano de Leonardo excusándose en que lo hizo por "su familia". ¿La razón? Ricardo sabía que el abogado había violado a Samanta hace años, pues él mismo le contó. Santiago era un expolicía y amigo de Leonardo. Cuando Rocío llegó a Chile se escudó en él para hacer varias averiguaciones sobre Agustina, Tomás y todos quienes la traicionaron hace 25 años atrás. Aún así, la protagonista no sabía que él, también, trabajaba para Eliana. Desde la cárcel, la villana le seguía los pasos a su enemiga, revelándose que aún buscaba recuperar el dinero que le robó a Rocío cuando fue recluida; plata que era resguardada por Ricardo, su hermano. Tras el asesinato del personaje, Santiago, bajo las órdenes de Eliana, localizó la bodega del rol de Remigio Remedy para sustraer el maletín con dinero, pero Rocío se adelantó a ello. El policía amenazó a la protagonista con un arma de fuego, pero ella logró dar vuelta la situación y terminó asesinándolo con la misma pistola, incendiando la bodega, sin antes llevarse sus más de 5 millones de euros en un maletín. Finalmente, Rocío llegó a un acuerdo con Diego para incriminar a Santiago en el asesinato de Ricardo y así evitar que Leticia fuera a dar a la cárcel. La villana fue secuestrada por Cristóbal (Matías Oviedo), siendo llevada al mismo lugar donde ella asesinó a Marco, su padre adoptivo hace años. En el lugar, el hijo de Agustina la amenazó con una pistola y la asesinó de la forma en la que ella le arrebató la vida a su familiar. Mientras la mujer agonizaba y Cristóbal escapaba del lugar, Mateo, el hijo de Eliana y quien presenció el asesinato, le prometió a su madre que se vengaría de él, haciéndolo sufrir como nunca antes. En la última escena del episodio, se vio cómo Mateo envió al pasaje "Nueva Esperanza" una gran caja. Dentro de ella, yacía el cadáver de Eliana, quien fue crucificada. Los personajes se horrorizaron con esto; más aún al leer la misiva que venía con el paquete, la cual señalaba que uno de ellos era el asesino. El icónico personaje, que en el salto temporal lo desarrolló Cecilia Cucurella tras Viviana Rodríguez, tuvo su final a causa de la maldad de Mateo. El villano, interpretado por Cristián Carvajal, secuestró a la mujer para vengarse de Cristóbal, su nieto, por haber asesinado a Eliana. El hombre la tenía cautiva en una cabaña, donde le reveló sus verdaderas intenciones y su sed de venganza. Mateo le pidió a María Luisa que firmara unos papeles, para que Olivia se quedara con su herencia, y ella se negó, intentando fugarse de la casa. En medio del forcejeo, la madre de Agustina cae de un segundo piso y fallece. Para librarse del cadáver, a su manera, el hombre y su amante y cómplice llevan el cuerpo de María Luisa al pasaje durante la noche y lo dejan en una banca del lugar, generando terror entre sus familiares y los vecinos. Gaspar, el hijo de la pareja, deseaba vengarse del abogado por haber abusado de Samanta, momento en el cual fue concebido junto a Julieta. Justamente, Gaspar planificó el asesinato de Diego junto a Mateo, quien intervino su vehículo para que nadie generara sospechas y todos creyeran que fue un accidente. Lo que el joven abogado no se imaginó era que Diego no iría solo en su vehículo, pues Samanta lo acompañó en el recorrido. Ambos cayeron a un precipicio tras la falla de los frenos, muriendo de forma instantánea. Después de la muerte y secuestro de María Luisa, el trágico accidente de Diego y Samanta y el atropello a Martina, Rocío contrató a un detective privado para que diera con la persona que estaba atrás de todos estos macabros hechos. Cuando Benjamín y Julieta contrajeron matrimonio, celebración a la que ella no fue invitada, la protagonista recibió una llamada del profesional, quien le comentó que había dejado las pruebas que inculpaban a Gaspar y a Mateo en su escritorio del bufete Cuando Rocío llegó a su escritorio para revisar el informe, se encontró con un mensaje, cuyo remitente era "El Santo". Mateo asesinó al investigador y dejó su cadáver en el bufete al día siguiente que ocurrieron los hechos. La criminóloga había sido contratada por Rocío para dar con el culpable de las muertes y el atropello a su hija. Fue así que el personaje de Francisca Gavilán, a los pocos días, comenzó a reunir las pruebas que comprobaban de la culpabilidad de Mateo y Gaspar en los hechos. Fue así que la mujer secuestró al abogado para atraer como carnada al villano y su propio hermano, a quien deseaba enfrentar previo a entregarlo a la justicia. No obstante, el personaje de Francisca Gavilán no cumplió con su cometido de revelarle la verdad a Rocío, pues fue asesinada por Mateo, luego que ella le apuntara con el arma a Gaspar. Al enterarse que mató a su propia hermana, lloró de manera desconsolada. Luego del colapso de la psicóloga tras el arresto de Cristóbal, Mateo y el abogado decidieron amenazar a la mujer, obligándola a dejar el país para no levantar sospechas sobre todos los crímenes que han cometido. El villano, con mucho pesar, le pidió a Gaspar que llevara a Antonia al aeropuerto. Sin embargo, él no le hizo caso y la llevó a un terreno baldío, donde la asesinó, inyectándole una sustancia que le provocó un ataque cardíaco. "Este va a ser nuestro último secreto. Voy a hacer lo que Mateo no fue capaz de hacer contigo", le dijo el hermano de Julieta, quien luego enterró el cuerpo de la psicóloga y sus pertenencias en el lugar.