La noticia del sensible fallecimiento de Susana Bomchil a sus 84 años golpeó fuertemente al mundo de las artes escénicas de nuestro país.
Especialmente porque la actriz y diseñadora se encontraba en una relación de más de cuatro décadas con Jaime Vadell, quien se sinceró en varias ocasiones sobre la mujer que vino a cambiar su vida.
Una relación que se fue complicando
Jaime Vadell había salido de un matrimonio con Rebeca Chamudes Quezada en 1970 tras una relación que no terminó de funcionar, pero que trajo al mundo a sus dos queridos hijos, Jaime y Alfonso.
Cuatro años después, en 1974, el intérprete conoció al que, admitió tiempo después, sería el amor de su vida, Susana Bomchil.
“Me enamoré”, contó en el programa De Tú a Tú conducido por Martín Cárcamo al recordar la situación.

En ese momento ya tenía entre 41 y 42 años, y tanto su vida como la de su pareja ya estaba armada. No obstante, decidieron seguir, y -admitió- le encantó “su alegría de vivir, su generosidad y su belleza”.
“(Los primeros años) fueron buenos, ella tiene entrenamiento y yo también, entonces eso ayuda mucho”, confesó sobre convivir con una actriz.
Al final, la relación seguiría, no sin tropiezos, pues el actor aseguró que hubo varias ocasiones en donde se separaron. ¿La más larga? Seis meses. Eso sí, él era el que siempre volvía.
“Yo creo que sí, por supuesto. Estamos juntos hace, no sé, 40 y tantos años. Es una cosa de locos, los colegas me miran así como si fuera un monstruo”, compartió entre risas.
“‘¿Pero cómo lo hicieron?’ Yo no sé como lo hicimos, yo creo que ella tampoco, porque así son las cosas”, añadió.
A pesar de su longevo romance, lo cierto es que decidieron no tener más hijos. Eso sí, el intérprete de La Madrastra lo bueno de haber tenido más descendencia.
“Decidimos no tener hijos, ya no queríamos tener más. No sé si fue una correcta decisión, uno debería haber tenido siete hijos más”, opinó entre risas, admitiendo lo bueno que sería una gran reunión con muchos familiares.
Ya en el periodo final de su romance, Susana Bomchil sufrió una enfermedad degenerativa que la tuvo olvidando de a poco las cosas.

“Tiene conciencia relativa, de que no está bien, que ha perdido movilidad, que está mal en ese sentido”, compartió.
“Fue gradual, pero bastante rápido, fue una gradualidad violenta. Pero se ha estabilizado, no ha seguido avanzando”, agregó.
A pesar de eso, Vadell aseguró que siempre lo reconocía junto a sus hijas, y que, a veces, lo afectaba al salir a trabajar.
“Ella mantiene un amor tremendo. Cuando yo no estoy, le carga. Eso me jode un poco porque me da cosa salir. Me reconoce siempre, apenas entro”, confesó en el programa de conversación.