
El Nottingham Forest perdía este sábado por la cuenta mínima en su visita al Newcastle por la primera fecha de la Premier League cuando decidió apostar por una curiosa estrategia en un tiro de esquina: ningún jugador se metió al área a esperar el cabezazo y sólo se acercaron al arco rival cuando el lanzador disparó el balón desde el banderín. Todo falló porque el tiro fue directo a los manos del portero, pero queda por ver si lo volverán a intentar alguna vez más... o si algún otro equipo en el mundo intentará emularlos.







