Pura felicidad era Novak Djokovic en Roland Garros, luego de su gran triunfo ante Alexander Zverev, lo que le permitió pasar a semifinales del torneo.
Después de su victoria, el serbio imitó lo que hizo hace unos días la mejor tenista del mundo, Aryna Sabalenka: bailó de lo lindo sobre las escaleras rumbo a camarines y, de modo desafiante, le dedicó sus pasos a la bielorrusa. “¿Qué tal eso?“, le dijo. ¿Responderá la N°1? Veremos...