La historia de Benjamín Jara en Argentina comenzó con tintes de ilusión para sus padres. El novel delantero de 9 años, que partió desde Chillán a Quilmes, está destacando en Buenos Aires por su capacidad en el ataque, tanto así que ya lo vinculan a Marcelo Salas. Lleva el mismo apodo que el histórico delantero chileno y quiere seguir su carrera: sueña con jugar en River Plate.
En conversación con La Discusión, el padre de Benjamín, Leonel, relata cómo ha sido su estadía lejos de su tierra natal para intentar cumplir el anhelo de su hijo, que lucha por ser futbolista profesional. A pesar de que el camino es largo y hay problemas económicos en la familia, los primeros meses del pequeño niño han sido positivos. Es constantemente citado en su categoría y ya anota goles con la camiseta de Quilmes.
“Llegamos hace un mes y medio a Argentina y la adaptación ha sido compleja, por los gastos. Con 300 mil o 400 mil pesos chilenos no se hace nada. Llegamos a un departamento pelado, sin muebles ni nada. Lo que más me importa a mí, obviamente, es Benjamín. El internet me lo comparte una vecina amiga”, comenzó expresando el padre del novel talento.
“Ha sido citado en los dos partidos amistosos. Ha andado muy bien, ha hecho goles en entrenamientos y en los dos partidos amistosos, asistencias. Ha andado muy bien, muy clarito. Benjamín en Chile jugaba de volante de creación, pero acá lo están haciendo jugar de nueve, centralizado, por el biotipo que tiene. Lo hace muy bien”, agregó.
“Quilmes tiene en la categoría 2015 alrededor de 40 niños y citan a 16 jugadores. Hasta el momento está muy bien considerado”, concluyó el padre del apodado “Shileno” -por el sobrenombre de Marcelo Salas- de Quilmes.
Benjamín está feliz en Argentina
A su vez, Benjamín, en compañía de su padre Leonel, reveló qué es lo que lo hace feliz lejos de su país y de sus amigos. Encontró nuevos pares que le han brindado compañía y con los que ya ha generado un importante lazo de amistad. Su fiel escudero ha sido Thiago Cardoso, también integrante de la categoría sub-9 de Quilmes.
“Me siento muy bien en Quilmes. Estoy jugando de 9 y estoy feliz porque me están citando a los partidos amistosos para jugar por el club. Me siento muy cómodo en el equipo y además ahí me han integrado muy bien. Tengo a mi mejor amigo, Tiago Cardoso, que nos conocemos hace rato”, expresó el niño de 9 años.
“Nos hicimos amigos el primer día que vine a Quilmes y me siento muy bien porque estoy con él”, concluyó el pequeño crack para referirse a una amistad que toma fuerza en las inferiores del cuadro bonaerense.
