El próximo sábado 02 de septiembre se producirá en Chile el cambio de horario, por lo que tendremos que adelantar los relojes una hora, pasando del actual invierno al verano. El objetivo de esta medida es permitir ahorro de electricidad en la familias nacionales y aprovechar la luz solar.
Este modificación horaria tiene detractores, y por supuesto, personas que están a favor, especialmente, aquellas que gozan del sol y los rayos ultravioletas. Entre los primeros, hay quienes sostienen que el no mantener una hora fija en el país puede producir alteraciones en el trastorno de sueño, entre los efectos más importantes.
Al respecto, neurólogos, especialistas en sueño y en salud mental analizan quiénes son las personas que pueden resultar más afectadas con la modificación que está próxima a llegar en Chile.
¿Quiénes son las personas a las que más le afecta el cambio de horario?
La doctora Eugenia Escorza, jefa de salud mental de Clínica Dávila y psiquiatra de Dávila Vespucio, adelanta las razones científicas por las que el cambio de horario puede producir trastornos. “Generalmente, en los fotoperiodos estamos conectados con el ambiente a través de la retina y otros elementos que ayudan a la producción de melatonina, lo que tiene directa vinculación con la regulación del ritmo de nuestro descanso y vigilia”, comienza explicando.
Posteriormente, comenta qué tipo de personas son las que más pueden sufrir en estos días. “Estos cambios artificiales, sobre todo en personas que tienen alguna patología, por ejemplo, trastorno del ánimo, trastorno ansioso, trastorno del sueño y vigilia, tendrán una mayor repercusión”.
Por su parte, José Luis Castillo, neurólogo y jefe del Centro del Sueño de Clínica Santa María, quien además es autor del libro “El Buen Dormir”, sostiene que la exposición a más luz durante la tarde puede retrasar la producción de melatonina, hormona que ayuda a descansar correctamente.
“Se perderá una hora de reposo y quienes más sufren con esta modificación son los niños, personas mayores o pacientes con trastornos del sueño”, asegura el especialista.
Finalmente, el neurólogo de la Clínica Ciudad del Mar, Enzo Rivera, sostiene que este cambio de horario, necesita al menos entre 3 y 5 días de adaptación para las personas. “Durante ese tiempo de ajuste, por efecto de la somnolencia, existe un mayor riesgo de protagonizar accidentes, cambios de humor, empeoramiento de insomnio, letargo en las personas que ya tienen una enfermedad psiquiátrica, y también menor rendimiento académico y laboral”.