Una fallida misión de China, lanzada en marzo de 2024, terminó con dos naves espaciales pérdidas en una posición que podría haber causado su destrucción. Sin embargo, el gigante asiático, con firmeza, continuó adelante para abordar el desafío. China implementó una innovadora estrategia tecnológica que, en un plazo de 123 días, logró con éxito el rescate espacial.
Los dispositivos, denominados DRO-A y DRO-B forman parte de un ambicioso proyecto, el cual pretendía posicionarlos en una órbita lunar con el objetivo de vigilar el espacio entre el satélite y la Tierra, a fin de mejorar la trazabilidad de futuras misiones.

China logra histórico rescate de naves espaciales
De acuerdo a lo recopilado por Daily Galaxy, en marzo del año pasado, el cohete Larga Marcha-2C lanzó los satélites DRO-A y DRO-B al espacio y con rumbo a la Luna, la misión, que logró con éxito la primera y la segunda etapa de su viaje, falló en la tercera por un mal funcionamiento del equipo, impidiendo que alcanzaran la órbita deseada y quedará en una peligrosa posición.
Al respecto, el miembro del equipo del Centro de Tecnología e Ingeniería para la Utilización del Espacio (CSU) de China, Zhang Hao, comentó al citado medio que, “si los satélites hubieran sido destruidos, habría sido un desperdicio de los años de esfuerzo que pusimos y el dinero invertido en la misión (...) también sería un golpe mental para el equipo”.
Por lo anterior, y dado el impacto que habría tenido la fallida misión en los proyectos chinos en el espacio, la CSU inició una investigación para encontrar un mecanismo que permitiera una solución al problema.
De esa forma, la CSU presentó una técnica innovadora que consistía en una honda gravitacional. A través de este sistema, que implicó la Tierra, la Luna, cuerpos celestes y el Sol, se logró modificar la posición de los satélites y devolverlos a la posición correcta. Todo ello en un plazo de 123 días.