Esta semana Francia ha sido azotada por enormes granizos que han causado daños significativos a la agricultura. Además, se han reportado numerosos parabrisas y espejos retrovisores rotos, y algunas carrocerías dobladas.
Debido a esto, el país se encuentra bajo el código naranja de tormentas y los servicios de emergencia informaron que han recibido más de 900 llamadas de personas que quedaron sin electricidad.
Asimismo, más de 30 personas han sido llevadas a albergues y un campamento infantil tuvo que ser evacuado. También, viñedos y otros cultivos agrícolas sufrieron daños debido a los granizos de siete centímetros de diámetro.