Durante la jornada de este martes, el tribunal de Delaware, en Estados Unidos, atendió la solicitud de Twitter ante la demanda en curso que el servicio de la red social contra Elon Musk, luego de que el multimillonario retractara su oferta para comprar la compañía a comienzos de este mes.
Si bien Twitter pidió que el juicio comenzara en en septiembre de este año, y el CEO de Tesla quería que fuese en febrero del 2023, finalmente la jueza del caso, la canciller Kathaleen McCormick, tomó la decisión de que inicie en octubre y dure cinco días, aunque las fechas exactas aún no han sido definidas.
En este sentido, la fecha impuesta finalmente por la corte representa una victoria para el plataforma del pájaro celeste, ya que esta requirió un tiempo menor para el mismo.
¿Por qué se realizará este juicio entre Twitter e Elon Musk?
Todo este descontento comenzó cuando Elon Musk, luego de que en abril ofreciera $44 mil millones de dólares para comprar Twitter (oferta que fue aceptada por la compañía), se retractara de esta decisión, lo que causó que la plataforma de micro blog pusiera una demanda contra el empresario el 12 de julio.
Así, la página de internet indicó en su solicitud que "Twitter está realizando esta acción para evitar que Musk vuelva a hacer este tipo de infracciones, obligándolo a cumplir con sus obligaciones legales".
"Musk parece creer que él, a diferencia de cualquier otra parte sujeta a la ley de contratos de Delaware, es libre de cambiar de opinión, destrozar la empresa, interrumpir sus operaciones, destruir el valor de los accionistas e irse", explicita la demanda.
Por su parte, la principal razón que entregó el magnate para detener la fusión, es que el Twitter no le ha entregado los datos para "realizar una evaluación independiente sobre el predominio de cuentas falsas o de spam en la plataforma de Twitter", según lo indicado por su equipo legal.
Durante los argumentos orales frente a la jueza, canciller Kathaleen McCormick, Twitter indicó que la conducta de Musk es "inexcusable", apuntando además a que el empresario ha retrasado un plan de retención de empleados, y está participando en una "destrucción innecesaria del valor (de la empresa)".