Ad portas del juicio oral en contra del único imputado del crimen de Fernanda Maciel, la Fiscalía Centro Norte presentó la acusación en contra de Felipe Rojas, y solicitó para él presidio perpetuo calificado.
El autor del escabroso asesinato de la joven de 21 años, quien al momento de su misteriosa desaparición, el 10 de febrero de 2028, tenía siete meses de embarazo, se encuentra en prisión preventiva y formalizado por los delitos de violación con homicidio, aborto, inhumación ilegal y hurto simple.
Hasta ahora el sujeto, quien era vecino de la víctima, es el único al que se le han imputado dichos cargos en la investigación por el homicidio y contra quien el Ministerio Público presentará 82 testigos, 53 peritos y diversos informes periciales durante el juicio oral.
Antecedentes del caso Fernanda Maciel
Desde que se perdió el rastro de la joven en la comuna de Conchalí, luego que saliera a comprar cerca de su casa, la familia apuntaba Rojas como el responsable de su desaparición.
Tras meses de pericias, empadronamientos y búsqueda de la víctima que llevaba en su vientre un bebé en gestación, en junio de 2020 aparecieron sus restos al interior de una bodega en Conchalí.
En la acusación que presentará la fiscal Patricia Varas, la persecutora fundamenta sus cargos en que Felipe Rojas concurrió hasta el inmueble utilizado como bodega (...) de la comuna de Conchalí, lugar donde trabajaba.
Una vez allí, "obrando sobre seguro, ya que se encontraba solo en el lugar y aprovechando la relación de confianza que mantenía con la víctima, la superioridad de sus fuerzas, el estado de gravidez y contextura física de Fernanda Maciel Correa, se abalanzó violentamente sobre ella por la espalda, aplicando fuerza y evitando que pudiera oponer resistencia", según la solicitud a la que tuvo acceso T13.
Añade que el imputado "se encontraba en pleno conocimiento que ésta se encontraba embarazada" al momento de dar muerte a la víctima, y que realizó un hoyo bajo tierra para enterrar el cuerpo, y luego lo cubrió con cemento y tierra.
Finalmente, hace referencia al delito de hurto simple, indicando que “el acusado, con ánimo de lucro y sin la voluntad de su dueña, procedió a apropiarse del celular avaluado en la suma de $50.000 pesos, que posteriormente vendió en el persa de Zapadores el mismo día de los hechos”.