El polémico “trueque” que realizó Fundación Salvador Allende para saldar deuda de $566 millones: lleva 8 años sin concretarse

A ocho años del acuerdo, el Serviu aún no registra la recepción de las obras de arte en cuestión.

Serviu y Fundación Salvador Allende saldaron deuda tras polémico trueque. (MUSEO SOLIDARIDAD SALVADOR ALLENDE /MUSEO SOLIDARIDAD SALVADOR ALLENDE)

Casi una década antes de la fallida compra de la casa del presidente Salvador Allende, ubicada en Guardia Vieja 392, la fundación creada por la familia del mandatario protagonizó un cuestionado trueque con el Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) que, aunque estaba permitido, fue criticado.

En 2017, la organización intercambió 93 obras de artes con la institución, con el fin de saldar una deuda que se acumulaba desde 2004, sin embargo, a la fecha, este traspaso aún no se concreta como tal.

Pagó 93 obras de arte por deuda acumulada.
Fundación Salvador Allende.Pagó 93 obras de arte por deuda acumulada.

Cuestionado trueque protagonizan el Serviu y la Fundación Salvador Allende

La Fundación Salvador Allende (FSA), creada en el primer año de democracia, en 1990, por la familia del mandatario, tiene por objetivo “recuperar la memoria y promover el legado del presidente Salvador Allende”, señala en su sitio web.

Según El Mercurio, en marzo de 2004, la fundación realizó una compra vía directa del Palacio Heiremans por UF27.493, es decir, alrededor de $1.000 millones, al Serviu.

El palacio, cuyo origen se remonta a 1925, fue utilizado por importantes entidades a lo largo de su historia, por la embajada de España, la Universidad de Chile, la Central Nacional de Informaciones (CNI) y, actualmente, es sede de la Fundación Salvador Allende y del Museo de la Solidaridad Salvador Allende.

Sin embargo, poco después de su adquisición, la FSA presentó problemas en el pago de las cuotas pactadas, las que pasaron de 10 a 20 anuales en 2005, modificándose la resolución 122 del Serviu. A pesar de ello, se registró un nuevo cambio que estableció 8 cuotas.

Con todo, las deudas por el no pago se acumularon y ya para octubre de 2005 sumaban más de $566 millones. Ese año, la fundación expresó su intención de saldarla mediante el traspaso de cuadro, los cuales fueron tasados por $580 millones aproximadamente.

Este acuerdo se materializó en 2017, con el paso de 93 obras de arte de la FSA al Serviu. Sin embargo, a la fecha, esto aún no se concreta.

Si bien, la FSA evitó realizar comentario al citado medio, el Servio señaló que las “obras con las que se efectuó el pago fueron entregadas legalmente a Serviu y, en el mismo acto, puestas en depósito a manos de la misma fundación, lo que se realizó con el fin de resguardarlas ante cualquier eventual deterioro que pudieran haber sufrido, debido a que Serviu no tiene las dependencias para dicha mantención o curaduría (...) durante esta administración se están realizando gestiones para que puedan ser recibidas de manera física y puestas a resguardo de alguna institución cultural que tenga relación con nuestro servicio y donde puedan ser expuestas a la comunidad”.

Al respecto, el abogado querellante de la fallida compra de la casa del mandatario, Raimundo Palamara sostuvo que, la Fundación Salvador Allende compró lo que no iba pagar, y luego pagó con obras de arte que no iba a entregar, y las que hasta hoy mantienen en su poder. Es un mecanismo impresentable, que se debe deshacer, dando la familia garantía de no repetición devolviendo al pueblo lo que es del pueblo”.

En este escenario y en medio de un punto de prensa, el ministerio del Interior, Álvaro Elizalde, comentó que este caso presenta “decisiones que se tomaron en administraciones anteriores, conforme lo establece nuestro ordenamiento jurídico. No es una decisión que se haya tomado bajo la actual administración. Se tomó, insisto, hace 7 u ocho años atrás. La razón de pago sí es una figura que está contemplada en nuestro ordenamiento jurídico y fue una decisión que se tomó por las autoridades de aquel entonces”.