Madres profesionales dedicadas a emprender: ¿Cómo se compatibiliza la maternidad con este tipo de trabajo?

Según los datos entregados por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) del año 2023, solo 3 de cada 10 emprendimientos son liderados por mujeres. De estas, la mayoría lo hace por necesidad y enfrenta múltiples barreras.

Madres emprendedoras. Las mujeres optan por negocios propios a trabajos tradicionales. Créditos: Freepik.

He vivido toda mi vida en San Vicente de Naltagua, una zona rural ubicada en la comuna de Isla de Maipo, entre árboles, riachuelos y ese viento tan característico del campo. Para ser sincera, es algo que disfruto cada día, así como escuchar las historias que me cuentan mis abuelas, Amada y Yolanda, dos mujeres esforzadas, trabajadoras y poderosas, quienes han tenido que buscar oportunidades en sus tierras.

Cada una de ellas, desde pequeñas, acostumbraban a trabajar en actividades más formales, pero una vez casadas, y tras haberse convertido en madre, debieron buscar actividades que fueran compatibles con el cuidado de sus hijos, pero que también les generara ingresos. A raíz de esto, ambas conocedoras de las bondades del campo, optaron por vender frutas, verduras y los huevos que pusieran sus aves en la puerta de su casa. Tal vez sin querer serlo, son emprendedoras.

A pesar de que en la familia la mayoría de las mujeres nos inclinamos por carreras técnicas o universitarias, en más de alguna ocasión nos “picó el bichito” por emprender. Pero, ¿en qué? ¿Cómo hacerlo? ¿Será rentable? Estas fueron las interrogantes que nos detuvieron.

Según los datos entregados por Global Entrepreneurship Monitor 2023, solo 3 de cada 10 emprendimientos son liderados por féminas. La mayoría lo hace por necesidad y solo así se logra concretar. Eso sí, en muchos casos, deben enfrentar múltiples barreras.

Hace cinco años, Francis Pino (34), se convirtió en madre de su primer hijo, Santiago, quien nació justo en el peak de la pandemia por Covid-19. Frente al cuidado que debía tener con el bebé y mis abuelos, que son adultos mayores y crónicos, tras cumplir el tiempo del post- natal, decidió no continuar en su trabajo formal y, motivada por su pareja de aquel entonces, dedicarse a emprender en un negocio familiar.

¿Cuáles son los desafíos de dedicarse a un emprendimiento?

Para efectos de este reportaje periodístico, conversé con ella sobre las motivaciones que tuvo para comenzar con La Cabaña del Santi, un local de completos y churrascos cuyo sello familiar es la mayonesa casera.

Algunos productos del local de comida rápida.
Créditos: La Cabaña del Santi.
Emprendimientos.Algunos productos del local de comida rápida. Créditos: La Cabaña del Santi.

“El emprendimiento nació hace tres años atrás, en concreto, tras haber sido despedida de mi trabajo. La idea me motivó porque estaba cesante, tenía metas que cumplir, tenía a un bebé de un año en ese momento y había que seguir generando dinero para vivir”, comenzó explicando.

Aseguró que llevar este negocio le sirvió para compatibilizar con la maternidad, ya que, de lo contrario, hubiese tenido que dejar a su hijo (Santiago, actualmente de 5 años) al cuidado de alguien más, siendo todavía muy pequeño. Sobre los desafíos que un comienzo debió enfrentar, tenían relación con el estrés y el miedo de no tener ventas.

“Hoy el estrés y las inseguridades han desaparecido, trato de darme un espacio como mujer y mamá. El emprendedor tiene esa ventaja, puede manejar sus tiempos y horarios, y en el fondo ir compatibilizando con otras actividades. Eso ha hecho que yo me tome las cosas con más calma y tranquilidad”, afirmó.

En torno a la maternidad, aseguró que, en un comienzo lidiar con el negocio y la crianza fue difícil, ya que su hijo era pequeño y tenía necesidades que había que atender y, por otra parte, estaba la organización del local y los pedidos, que comenzaban en la tarde, a eso de las 18:00 horas. “Tenía que correr para allá y para acá, era estresante, agotador y en algunas ocasiones hasta frustrante”, puntualizó.

En la actualidad, ya ha podido ir compatibilizando la maternidad con su emprendimiento de mejor manera e, incluso, su hijo que ya está más grande entiende que es el trabajo de la mamá y hay veces que se ofrece a ayudar.

“Lo mejor de ser emprendedora es que tienes el tiempo para tu hijo, no te pierdes nada, vas a todas sus actividades del colegio, si se enferma lo cuidas tú, lo llevas al doctor. Es estar presente básicamente, estar a su cuidado 24/7. Además, como mujer te sientes empoderada, ya que sabes sobrellevar la crianza con el negocio, tienes independencia económica y te puedes profesionalizar. Sin duda, te hace sentir orgullosa de ti misma”, señaló.

A pesar de que puede resultar muy beneficioso en algunos aspectos de la vida, también hizo hincapié en que puede tener algunas desventajas: “Al ser tu propia jefa, a veces no hay tiempo para descansar, ya que estás todo el día full negocio o full crianza. Hay harto esfuerzo de por medio”.

Al cerrar, reconoció que uno de los mayores desafíos que tiene hoy es poder seguir creciendo ante la competencia. “Donde vivimos, durante el último tiempo, se han establecido muchos locales de comida rápida que ofrecen la misma variedad de productos que nosotros, y a pesar de que tenemos nuestra clientela, igual se intenta ir reforzando y fidelizando a otras personas”.

En esta misma línea, entrevisté a Javiera Pentenero (27) colega, madre y emprendedora, a quien conocí en el camino del periodismo. Lleva cinco años dedicada a su negocio, Pente Shop, en el que ofrece productos y accesorios exclusivos traídos del extranjero al alcance de todas las mujeres.

Estos son los productos de la tienda. 
Créditos: Pente Shop.
Emprendimiento.Estos son los productos de la tienda. Créditos: Pente Shop.

“La idea de emprender nació en medio de un viaje familiar que hice a Estados Unidos en el año 2020. Yo iba por dos semanas, pero si es que lograba conseguir un dinero extra me podía quedar un par de días más. Motivada por esto, recorrí distintos outlet, sacaba fotos de los productos y los compartía en Facebook y Yapo, en ese tiempo, y así trataba de generar ingresos. Me resultó tan bien, que pude quedarme un mes completo en el extranjero”, partió comentando.

Pero, al parecer, no fue una iniciativa al voleo, ya que una vez que aterrizó en nuestro país, las personas le seguían pidiendo cosas. “Busqué la manera de seguir con este emprendimiento, que en ese tiempo era algo momentáneo para generar dinero, después ya lo empecé a ver como algo más del día a día. Tenía gente con la que trabaja en Estados Unidos, las que me hacían los despachos y mi clientela acá. La verdad, es que las cosas se fueron dando de a poco y solas, yo no las busqué”.

Según sus propias palabras, el principal desafío que ha tenido que afrontar ha sido determinar qué es lo que realmente quería y proyectarse. “Hubo un momento que yo estaba trabajando en esto y en paralelo estaba haciendo mi tesis y la práctica, entonces me titulé y tuve que decidir, ya que ambas cosas no estaban siendo compatibles, y así fue como opté por dedicarme a la tienda a tiempo completo, más que nada porque era algo que siempre había hecho, siempre había vendido y trabajado”, señaló.

Al igual que Francis, Javiera, asegura que el tener su propio emprendimiento ha sido un acierto con respecto a la maternidad, ya que puede controlar sus tiempos y no perderse ningún momento de Facundo, su hijo, quien tiene 5 años.

“Si me quería dedicar al periodismo iba a ser una “madre ausente”, iba a tener que salir muy temprano, iba a llegar tarde, probablemente hubiera tenido que estar todo el día en un lugar de trabajo (móviles, terreno u oficinas), y no iba a poder tener la posibilidad de estar con mi hijo. Para mi era mucho más importante estar presente en la vida de él que realizarme como profesional, porque las dos cosas tampoco iban a ir de la mano, a diferencia del emprendimiento”, argumentó.

A raíz de esto, recalcó que ser emprendedora le ha facilitado sus quehaceres de madre, ya que controla sus tiempos y horarios, puede estar con su hijo, puede asistir a las actividades del colegio, se pueden tomar vacaciones sin la necesidad de pedir permiso, como lo que podría ocurrir en un trabajo tradicional. “Tener la disponibilidad para mi hijo y para mí, ha sido lo mejor, puedo hacer mis cosas tranquilamente, tener tiempo de calidad”, precisó.

Sobre los desafíos que implica emprender, Javiera fue clara: “No es fácil, hay que regirse por una serie de normas, de leyes, hay que formalizarse, pero es difícil creo yo el camino de tomar la decisión de dedicarse a esto a tiempo completo, de salir a buscar los clientes, que la gente confie en tí y salir adelante”.

Si bien, comenta que no estuvo tanto tiempo ejerciendo en su carrera como para determinar qué es lo mejor, si puede hablar desde su experiencia e indicar: “Es un mundo incierto y hay muchas cosas detrás, pero el tener tiempo para ti como mujer y como mamá, es impagable, porque el tiempo no vuelve”.

Emprender les resulta compatibles con la maternidad.
Créditos: Freepik.
Madres e hijos.Emprender les resulta compatibles con la maternidad. Créditos: Freepik.

¿Un nuevo fenómeno en la sociedad chilena?

Para tener una mirada profesional contacté a Jonny Pérez, Trabajador Social, quien entregó información acerca de algunos fenómenos que se han ido experimentando en los últimos años al interior de la sociedad chilena.

“La profesión es una actividad que adopta el método para poder ejercerlo y es propia de la modernidad. En los primeros años de creación, el profesional tenía el monopolio del conocimiento, hoy, ya no es así, pues existe una democratización del mismo, hay acceso a internet, lo que ha facilitado que todos sepan lo que sucede, y a diferencia de antaño, hoy el profesional sabe cómo se utiliza este método. Este fenómeno ha hecho que las profesiones se empiezan a erosionar”, comenzó explicando.

Con respecto al mundo laboral en el que están insertas las mujeres, señaló que existe mucha precarización y una sistemática discriminación, motivo por el que prefieren abandonar estos trabajos formales e inclinarse por los emprendimientos.

“Es una suerte de solución alternativa para poder subsistir. Algunas mujeres han logrado conseguir múltiples aciertos, pero otras, no lo han conseguido. De igual forma se tiende a caer en la no formalización del trabajo, al final, es una cosas por otra”, comentó.

Al ser consultado por el “boom” de los emprendimientos en Chile, el profesional lo relaciona con el declive de los trabajos tradicionales, la precarización y al fenómeno cultural de despreciar al jefe. “Se tiende ver al jefe como una persona mala o a la empresa como la que siempre te va a explotar, entonces qué pasa, que hay gente que dice por qué me tiene que mandar otra persona, mejor tengo mi empleo independiente en donde yo tenga el control”.

En torno a las ventajas de emprender, dice que permite ser el propio jefe, tomar el control de tu empresa, flexibilizar y ser responsable del negocio. Pero, la duda sigue persistiendo en el profesional: “Se cede este control, pero los individuos comienzan a auto precarizar su trabajo”.

Reuniendo los testimonios de mujeres profesionales y emprendedoras con la mirada del experto, se puede desprender que lo importante es realizar actividades que se acoplen a tu estilo de vida, te generen ingresos y te permita la flexibilidad que necesitas, y que posiblemente no se tendría en un trabajo tradicional, pero siempre con la intención de formalizarlo, es decir, apegarse a la ley y ser riguroso con lo que exige.