Estamos en un nuevo fin de semana largo de Semana Santa, el primero dentro del año 2022, momento en que las personas religiosas conmemoran la muerte de Cristo y su próxima resurrección.
En estas fechas ocurren diversos hitos que creyentes y personas no religiosas realizan por tradición, los que comienzan el Domingo de Ramos y terminan en cuasimodo, entre ellos existe uno bastante común que es no comer carne y reemplazar este alimento por pescados y mariscos.
Pero también dentro de las tradiciones, y que ha mutado durante el transcurso de los años, es el hecho de regalar y esconder los huevitos de pascua, que en la actualidad suelen ser de chocolates.
¿Por qué se regalan huevitos de chocolate en Semana Santa?
La tradición se remonta hace varios años, en la mitología egipcia, la que cuenta que el ave Fénix se quemó, pero volvió a la vida desde un huevo.
Por este motivo, los cristianos tomaron este simbolismo para representar la resurrección de Cristo. Según National Geographic, "en la edad Media, cuando llegaba la Pascua de los huevos, que eran de gallina o de pato, se pintaban de colores y se consideraban objetos muy preciados".
En esta época, por tanto, se celebraba el festín del huevo, lo que simbolizaba el regocijo y la vuelta a la alegría, sin embargo, al pasar el tiempo, se continuó con la tradición de celebrar esta fecha y regalar huevos.
Posteriormente, ya en el siglo 19, Alemania, Francia e Italia comenzaron a crear huevos de chocolate que venían con sorpresas en su interior, algo similar a lo que conocemos como los Kinder Sorpresa.
Más adelante, la iglesia Católica comenzó a esconder los huevos de chocolate para que los niños se entretuvieran buscándolos, de esta manera, celebraban el gozo de la resurrección de Jesús.
¿Por qué el Conejo de Pascua entrega los huevitos de chocolate?
Algunos expertos señalan que esta tradición del Conejo de Pascua en Domingo de Resurrección (17 de abril) surge en Alemania, lugar del mundo en que la Pascua ocurre durante la primavera, momento que simboliza el nacimiento de la naturaleza.
Esta celebración se sumó a la Pascua de Resurrección y, aunque resulta sumamente difícil precisar su nacimiento, el Conejito de Pascua ha simbolizado la fertilidad por mucho tiempo en Europa, pero no fue hasta su llegada a Estados unidos en que se masificó la idea de un conejo del tamaño del ser humano que reparte huevitos de chocolate a los niños y niñas.
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