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Influenza: ¿Cómo afecta a las personas de los grupos de riesgo?

Es importante reconocer que la forma en la que afecta esta enfermedad a los grupos de riesgo es distinta y más grave que al resto de las personas.

Hombre enfermo sujetando un pañuelo en su nariz y mujer tocando su frente

La influenza es una de las enfermedades respiratorias con mayor contagio cuando bajan las temperaturas, debido a su propagación mediante gotículas infecciosas, es decir, por la tos o estornudos.

Si una persona se contagia con esta enfermedad y no se cuida como corresponde, hay probabilidades que se se agrave la situación y termine hospitalizado y, en algunos casos, se llega a la muerte.

Esto ocurre especialmente a las personas que se encuentran en los grupos de riesgo, quienes además de tener mayores probabilidades de contagio también aumenta la posibilidad de que la influenza llegue a un punto grave.

¿Cómo afecta la influenza a las personas del grupo de riesgo?

Si bien la influenza tiene síntomas que afectan a todas las personas por igual, estos se agravan en las personas pertenecientes a los grupos de riesgo.

Cabe destacar que el grupo de riesgo está compuesto por embarazadas en cualquier etapa de embarazo, niños y niñas desde los 6 meses hasta 5° básico, personas de 65 años y más, y enfermos crónicos desde los 11 hasta los 64 años.

Según explica el Ministerio de Salud (Minsal) la influenza puede agravar los síntomas de otras enfermedades que las personas ya tienen, como por ejemplo: insuficiencia cardíaca, diabetes, neumonía por sobreinfección bacteriana, deshidratación y otras.

Asimismo, los niños son los más propensos a presentar dificultad para respirar, y en los menores de tres meses se puede presentar apnea (cese de la respiración).

¿Cuáles son los síntomas de la influenza?

Debido a la gravedad que puede tener esta enfermedad respiratoria, es importante reconocer sus principales síntomas, los cuales además pueden aparecer de forma repentina. Estos son:

  • Repentina fiebre alta (sobre los 38 gratos) que dure en promedio dos o tres días, pudiendo llegar a la semana
  • Cansancio o debilidad que pueden ser extremos
  • Romadizo o coriza (inflamación de la mucosa de las fosas nasales)
  • Dolor de cabeza en la zona frontal o generalizado.
  • Dolor al tragar
  • Tos
  • Dolor muscular o en las articulaciones
  • Molestia frente frente a la luz
  • En algunas ocasiones (especialmente en niños), problemas estomacales (como nauseas, vómitos y diarrea) y otitis


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