En el pequeño pueblo de San Carlos, Colombia, causó revuelo el particular sorteo de una joven de origen venezolano. "La mona" como era conocida, de unos 20 años, rifó una "noche de amor" con ella, sin embargo, el ganador se llevó una ingrata sorpresa.
Según consignó el medio colombiano Telemundo, la joven vendió cada boleto a 10 mil pesos de ese país, unos dos mil pesos chilenos. Estos se habían agotado pasadas tan sólo un par de horas.
Finalmente, logró juntar un millón de la moneda cafetera, 200 mil en pesos chilenos, por la rifa en la que, además de sortear una noche con ella, también incluía una canasta con cervezas.
"Ella misma se postuló a rifarse y listo. La gente ahí, como cualquiera ante una mujer ‘mona’ y muy simpática, va y te vende una boleta, y uno se la compra", comentó uno de los testigos residentes del pequeño pueblo.
Según indicó el medio colombiano, las mujeres de la zona pensaron en realizar una protesta por la polémica rifa, que terminó con la calma del pueblo de San Carlos, al norte del país cafetero.
El día del sorteo, el residente Óscar Rangel obtuvo el número ganador, el que aún no había pagado sino que lo fio. "Una muchacha bonita, simpática, hermosa", la describió.
Sin embargo, Rangel se llevó la ingrata sorpresa de que la muchacha huyó del pueblo sin pagar el premio de la rifa. Ni la noche de amor, ni la canasta de cervezas. Vecinos del sector aseguran que fue porque el ganador era "poco apuesto", además, como no había pagado el boleto, no pudo reclamar.
El paradero de la joven nunca más se supo y toda la historia de esta rifa, pasó a ser tomada en tono de broma en el pequeño pueblo de San Carlos.
