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Los y las transeúntes de la Avenida Pacífico de La Serena siempre se entristecen cuando ven a Peluchín, un perrito que sigue esperando a su dueño y quien es reconocido por llorar desconsoladamente.
En conversación con El Día, un medio de la Región de Coquimbo, la activista Carolina Cardemil entregó detalles del caso, revelando que el dueño de Peluchín se quitó la vida hace algún tiempo.
"Él era dueño de dos perros, de los cuales logramos dar en adopción a uno de ellos. El otro en cambio decidió mantenerse raudo en las cercanías del accidente, pese al intento de querer ayudarlo", relató.
Según contó Cardemil, varios vecinos del sector han tratado de ayudar al can, pero el se encuentra tan desolado con la ausencia de su humano que no muestra intención de acercarse a otras personas.
Falta de apoyo de las autoridades
A raíz de la historia de Peluchín, muchos han hecho énfasis en la poca preocupación en temas de salud mental de las personas y también sobre la tenencia responsable de mascotas.
La activista animalista, Fanny Keyer, le dijo al medio que "el abandono de las instituciones, puede deberse a que no están aprovechando los fondos del Gobierno para invertir y ejercer la tenencia responsable de mascotas. Esto, ya que actualmente los animales se encuentran en un segundo, tercer y hasta en un cuarto plano".
"Cuando una persona fallece, los familiares comienzan la repartición de bienes. Sin embargo, no existe una normativa legalque los obligue a hacerse cargo de las mascotas que quedan sin la presencia de su cuidador", lamentó, dando como ejemplo el caso del "Hachiko" de La Serena.
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