En la memoria de todos los hinchas de Santiago Wanderers quedará grabado el grito con que Francisco Alarcón le dedicó el gol del triunfo de los caturros ante Everton, en el último Clásico Porteño jugado en el Estadio Nacional, donde los porteños se impusieron por 2-1 con un agónico penal de Enzo Gutiérrez.

La polémica, pero especialmente el desahogo después de años de decepciones ante el tradicional rival, fueron un bálsamo para los porteños, que este año han estado lejos de repetir lo hecho la temporada anterior, donde libraron del descenso varias fechas antes del final del torneo y consiguieron victorias importantes, como la mencionada o el recordado 3-0 a Colo Colo en Playa Ancha.

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Actualmente, los verdes son colistas absolutos. Suman solo un punto y en siete compromisos jugados, sufrieron seis derrotas, lo que significó la salida de Ronald Fuentes, quien fue reemplazado por Víctor Rivero.

De cara a este nuevo Clásico Porteño, Alarcón sabe que el panorama es complejo, pero que asume que, pese a la adversidad con la que llegan en el papel, el equipo no soportaría otro golpe tan duro, por lo que en entrevista con En Cancha, adelante que los porteños saldrán a dejar atrás los fantasmas y dar una alegría a los alicaídos hinchas de Valparaíso.

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¿Cuál es la sensación a horas de que se juegue el partido más importante del año en la Quinta Región?

“Nosotros queremos ganar. Sabemos que los clásicos, independiente de la posición en la tabla, se juegan siempre aparte. Son partidos que se viven de forma especial y sabemos que necesitamos los puntos. Con Everton podemos ponernos un poco más arriba. El año pasado en Sausalito nos fue bien y creo que no va ser la excepción ahora”

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Con el partido del año pasado, te ganaste el apelativo de “clasiquero” de parte de los hinchas de Wanderers. ¿Te sientes así?

“No sé si puedo tener ese mote, como se dice, pero sí me gustan estos desafíos. Me gustan los partidos picantes, me gusta competir y en los partidos que se necesita algo más, poner de eso, para poder contagiar a mis compañeros y ganar los partidos. Los clásicos los vivo de forma muy intensa y pongo todo para poder irme contento a la casa”.

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Este Wanderers tiene muchas caras nuevas, entre extranjeros y juveniles que no han tenido mayor experiencia ante Everton. ¿Cómo jugador experimentado de este plantel, qué consejos les das a ellos?

“Los más jóvenes son de casa y saben lo que es el clásico. También lo viven de forma intensa, me ha tocado un par de veces ver los partidos de los juveniles contra Everton en Mantagua y corren y meten mucho. Por ese lado, me quedo muy tranquilo. A los extranjeros, desde que llegan, se les dice al tiro que la semana más linda es la del clásico, porque el hincha va a la cancha, te presiona y se pone todo muy lindo. Es un partido que, si nosotros ganamos, al otro día Valparaíso está todo alegre y eso no se olvida nunca”.

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Igual hay jugadores como Viana y Ubilla, con más experiencia y también formados en casa. ¿Cómo los has visto a ellos esta semana?

“Bueno, Mauro lo vive de una manera muy, muy especial, pero todos lo hacemos sabiendo que es un partido muy importante para el club y para nosotros. Lo mismo para la gente, que lo hace sentir. Todos estamos unidos y sabemos que el objetivo no es otro que ganar”.

El drama de jugar el Clásico Porteño sin público

Ya has debido jugar el Clásico Porteño dos veces sin público. ¿Qué sensación queda al jugar un partido tan importante sin gente en las tribunas?

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“A mí me afecta, creo que le quita emoción y lo importante que tiene el fútbol, que es la gente. Nosotros somos futbolistas gracias a la gente a la que le gusta este deporte y a los hinchas de cada club. No jugarlo con gente quita un elemento bastante especial, que es ver a Los Panzers alentar, ver las hinchadas enfrenándose, el estadio de verde o si nos toca ir a la otra cancha, tratar de amargarle la tarde a ellos. Lamentablemente, jugar clásicos sin gente no es lo mejor, porque te quita el sonido ambiente. Claramente, siempre es mejor que esté la gente en el estadio”.

Independiente de eso, la intensidad adentro de la cancha es la misma. Ya se vio en los dos partidos del año pasado.

“Claro, porque los dos rivales sabemos que es un clásico y que estos partidos no se perdonan, a todos nos gusta jugarlos. Son enfrentamientos que dejan anécdotas, que quedan en la historia y la gente los recuerda”.

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Un último triunfo inolvidable

Precisamente, estos partidos dejan muchos recuerdos y tú has vestido las dos camisetas. ¿Hay algún partido que recuerdes de manera especial?

“Lo que más me gusta es cuando la gente va a mitad de semana a hacer el banderazo cuando estamos concentrados en el hotel y te hacen ver que están todos ellos contigo. Son cosas que motivan para jugar un clásico. En la cancha, me quedo con el último partido, que con la definición de Enzo (Gutiérrez), ganamos al minuto 90 en un partido muy difícil, donde ellos tenían una actitud de que iban a ganar fácil, pero metiendo y corriendo, lo pudimos dar vuelta y ganar”.

Everton aparece como el gran favorito. ¿Sienten que llegan con desventaja, al menos en el papel?

“Yo creo que sí, fundamentalmente, por cómo estamos en la tabla de posiciones y porque tenemos un técnico nuevo que asumió hace poco, pero no hay excusas. Uno entra a la cancha y sabe que tiene que ganar y hacer bien las cosas. Ellos encontraron una victoria en el último partido que, me imagino, les sube la confianza, pero nosotros tenemos nuestras virtudes y argumentos para hacerles daño y traernos los tres puntos, que más allá de ser un clásico, los necesitamos muchísimo porque nos estamos quedando muy abajo”.

¿Tienes conocidos en Everton con los que hayas hablado durante la semana?

“La verdad que no tengo muchos amigos, a Fernando Saavedra lo conozco. Antes, estuvo Lucas Domínguez, que sí era amigo mío y conversábamos harto, pero hoy no tengo a nadie cercano allá”.

Evidentemente que ganar este partido sería una gran inyección para el equipo, pero en lo personal ya podrías hablar de una “paternidad” contra Everton. ¿Qué significaría una segunda victoria seguida en el Clásico, después de muchos años en que Wanderers no se pudo imponer?

“La verdad es que sería un tanque de oxígeno y darnos otra oportunidad en el torneo. A la vez, vendría con un envión tremendo para que la gente vuelva a confiar en nosotros y que nos demostremos que estamos para más. Sería darnos cuenta de que sabemos cómo ganar partidos y dejar los fantasmas atrás”.

¿Qué mensaje le puedes dejar al hincha wanderino, que viene muy dolido y afectado por esta campaña? ¿Se te ocurre alguna arenga para motivarlos?

“La mejor arenga es que no dejen de confiar y no abandonen, como dicen Los Panzers, porque no los vamos a defraudar y vamos a hacer lo imposible para ganar. Creo que los hinchas de Wanderers se verán reflejados en nosotros”.

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