Marco Cornez, histórico arquero de la Universidad Católica y la Selección Chilena, le ha dado pelea al cáncer de estómago que lo aqueja, y que en un momento lo tuvo con la salud por el suelo.
De hecho, su nivel de enfermedad fase IV hace que su estado siga siendo delicado, sin cura, pero con la ilusión de mantenerlo bajo control a través de quimioterapias.
Afortunadamente, el fútbol salió al rescate del exportero, y no solo de forma simbólica. A los espaldarazos que recibió por parte de excompañeros, sobre todo de la UC, se agregó el Santiago City, equipo recientemente creado de la Tercera B que lo contrató como preparador de arqueros.
Refugiándose en el fútbol
-¿Cómo ha llevado el tema del cáncer?
La verdad, yo no sé si estoy bien o mal, y tampoco sé si el de arriba ya tiene una fecha para mí. Lo que sí intento hacer es patear esa fecha lo más que pueda, cada día un poquito más, enfocándome en el fútbol. Eso es lo lindo de estar en cancha, que con la pelota al lado se te olvidan todos tus problemas.
-Está disfrutando, se le nota optimista...
Sí, trato de disfrutar esta segunda oportunidad que me da la vida a través del fútbol. Sigo con mi tratamiento, con las quimioterapias, que han sido duras, pero el fútbol me sigue motivando, porque tiene una magia, algo que te atrapa, que te saca de todas tus cosas y solo te invita a disfrutar. Para mí el mejor remedio ha sido la cancha. Me quede lo que me quede, lo quiero pasar bien. La familia y la gente del fútbol han sido muy importantes en mi andar.
-¿Y estar trabajando en el Santiago City le ha hecho bien?
Claro, es un proyecto muy lindo. El trabajar con jóvenes, motivarlos y entregarles toda la experiencia que uno obtuvo en el fútbol me ha llenado. Estoy muy contento. Tenemos un cuerpo técnico de primer nivel (Cristián Febbre el DT, Carlos Bussenius, ayudante técnico, y Justo Farrán, preparador físico) y todos estamos muy ilusionados. Somos un grupo de personas con harto recorrido
-¿Y cómo ha sido esto de trabajar en un club que empieza desde cero? ¿De dónde sacan jugadores por ejemplo?
Hay muchos jóvenes, claro está, pero eso motiva más. El fútbol es universal, y trabajar en Primera, en la B, en Segunda, en Tercera, siempre es bonito. Lamentablemente, la pandemia golpeó mucho al mundo del fútbol, y varios jugadores jóvenes que tienen condiciones quedaron sin ganas de seguir, y tenemos a varios formados en Colo Colo, la U y la UC, y estamos tratando de reencantarlos nuevamente, diciéndoles que el fútbol siempre da más oportunidades.
-¿Objetivos a corto plazo?
Salir campeones y seguir entregando un lindo mensaje a los chicos. Ojalá que podamos transformarnos en un equipo competitivo en el corto plazo y mantenerlo en el tiempo.