Cesare Rossi, actual presidente de Deportes Iquique, está preocupado de revertir el mal momento en el Campeonato Nacional de los Dragones Celestes, aunque en esta fecha FIFA tenía otra preocupación: mirar de reojo lo que pasa con la Selección de Italia.
El mandamás de los Dragones Celestes tiene raíces italianas (su padre nació en Carci, Italia, y llegó a Chile en 1951) y por lo mismo no le es indiferente el presente de la Azzurra, que no clasificó a los últimos dos Mundiales y ahora tiene en duda su participación en el de 2026.
Especialistas y medios en Italia indican que el mal momento de la selección pasa por la falta de grandes talentos en las últimas generaciones. Ya no están los Roberto Baggio, Alessandro del Piero y Francesco Totti, y eso ha llevado a una verdadera ola de jugadores nacionalizados en los últimos años, como los brasileños Jorginho y Rafael Tolói (nacidos en Brasil), o los argentinos Daniel Osvaldo y Mateo Retegui, este último transformado en el gran eje de ataque actual del equipo que hoy entrena Gennaro Gattuso.
En ese contexto, Cesare Rossi habló con EnCancha y se refirió al actual presente de la Azzura, resaltando que, a su juicio, parte de la crisis es que ya no existe la misma pasión por la camiseta que antes.

- ¿A qué se debe el mal momento de Italia?
Yo creo que en Italia, que se entienda aquí lo que voy a decir, pero se perdió un poco el sentido de pertenencia de la selección. Creo que está jugando mucho jugador de no muy buena calidad . Está entrando cualquier jugador que no es de nivel para estar en el seleccionado. Yo creo que ahí está pasando mucho la cuenta.
- ¿Se suma a las críticas de que la Azzurra ha abusado con los seleccionados nacionalizados?
Yo creo que eso le hace muy mal a países que han estado acostumbrados a jugar prácticamente solo con italianos, por decirlo así. Y empezar a traer muchos nacionalizados se pierde un poco ese sentido de pertenencia o de responsabilidad con la selección misma. Se termina siendo un equipo, más que una selección.
-Muy diferente a lo que pasaba años atrás...
Completamente diferente. Se perdió un poco ese sentido de pertenencia. No es la misma Italia de antes.