Universidad de Chile respira levemente más tranquila. Si bien sigue a tres puntos de la zona de descenso a Primera B, el buen juego que ha mostrado el elenco de Hernán Caputto ha dado un poco de aire. Desde que el exadiestrador de la Selección Sub 17 tomó el club, los azules suman un triunfo y tres empates, lo que sumado a la incapacidad de Antofagasta y Universidad de Concepción de conseguir victorias, le ha permitido al equipo despegarse levemente de la zona roja. Y en este juego hay dos futbolistas que han resultado claves por el buen nivel que han mostrado: Nicolás Oroz y Leonardo Fernández, dos de los elementos con mejor pie del cuadro universitario. Y si bien hoy solo se habla de sumar la mayor cantidad de puntos posibles para evitar el descenso lo más pronto posible, también se mira de reojo la chance de que ambos jugadores puedan continuar el próximo año. Pero la realidad es sumamente compleja. Según indica hoy el diario El Mercurio, la U debería cancelar nueve millones de dólares para quedarse con ambos en el 2020. El charrúa está tasado en ocho millones de la divisa norteamericana y en diciembre, una vez que expire el vínculo, deberá volver a Tigres de México, club dueño de su pase. Una de las opciones que manejan en el CDA es la de extender el préstamo por seis meses más, especialmente si se logra clasificar a un torneo internacional, lo que se obtendría solamente ganando la Copa Chile (Copa Libertadores) o trepando al séptimo puesto (Copa Sudamericana), del que hoy está a nueve puntos. Además, será clave la decisión que tomen los mexicanos respecto de si el próximo año utilizará o no al zurdo. La situación de Oroz es similar, aunque el monto es inferior: Un millón de dólares. De acuerdo al medio señalado, la única opción de que la U haga uso de la opción de compra por ese monto es clasificando a un torneo internacional. En el CDA estiman que si no se puede comprar el pase, podrían ir por otro préstamo, aunque también entienden que si el zurdo termina de buena manera el año, podría sumar interesados y alejarse definitivamente.