Aníbal Mosa y su peculiar bono que busca motivar a los jugadores del actual plantel de Colo Colo para evitar un descenso histórico a la Primera B, ha traído más de alguna polémica, teniendo en cuenta los motivos para entregarlo, a sabiendas de la situación del club y la cantidad de este que no es menor comparado a un premio que si acostumbra a ganar el elenco albo a lo largo de su exitosa historia.
El monto que especificó La Tercera en su publicación fue de 300 millones de pesos a repartir en el plantel, cifra que no es tan distinta a la de una copa internacional. De hecho, en la similitud de lo que paga la Conmebol para acceder a la segunda ronda de Copa Sudamericana es de 500 mil dólares, lo que traducido a pesos chilenos queda en 357 millones.
Es decir, lo que pudo haber conseguido el cuadro albo por ganarle a Jorge Wilstermann en el último encuentro por la fase de grupos de la Copa Libertadores, hoy los estaría logrando por solo mantener la categoría. Situación que no deja de ser interesante, pensando en la realidad opuesta que vive el elenco de Macul en comparación a años anteriores.
Lo cierto es que el bono que saldría del mismo máximo timonel de la institución aun no es seguro y de hecho se va discutir en una reunión extraordinaria de Blanco y Negro en los primeros días de enero. Esto, tras la junta que se iba desarrollar el pasado miércoles por la concesionaria, pero que finalmente se terminó suspendiendo, por la filtración que se generó en los medios.
En lo futbolístico, Colo Colo tendrá un prolongado descanso de dos semanas para luego enfrentar este próximo 3 de enero a Deportes Antofagasta, en la primera final de 10 que restan para la finalización del torneo, en el que buscan con urgencia dejar el último lugar de la tabla.