Colo Colo ha visto cómo varios de sus posibles refuerzos se han caído, literalmente, a última hora. De no ser por ello, la oncena, e incluso el cuerpo técnico del "Cacique" podría ser muy diferente a la que poseen hoy, por lo que la historia pudo escribirse de manera distinta.
El cambio comenzó en Macul cuando Gualberto Jara, tras un largo interinato, dejó el mando del equipo y llegó Gustavo Quinteros en su lugar. Sin embargo, antes, el nombre Luiz Felipe Scolari era el que sonaba para tomar las riendas del cuadro "Popular".
Tan cerca estuvieron de fichar al extécnico campeón del mundo, que incluso Aníbal Mossa, Harold Mayne-Nicholls y Marcelo Espina, mandamases de Blanco y Negro en ese entonces, viajaron a Brasil para incorporar a "Felipao" al club, dando hasta a conocer el hecho en sus redes. El resto, es historia conocida.

Tras los primeros meses de Gustavo Quinteros al mando de Colo Colo, se incorporaron Maximiliano Falcón y Pablo Solari, dos jugadores que se han transformado en vitales para su esquema; uno en labores defensivas como central en los partidos peleando por no descender, y el otro, anotando el gol que evitó una histórica e inédita pérdida de categoría del "Cacique".
La defensa: el primer dolor de cabeza de Quinteros
Terminado el complicado Campeonato Nacional en 2020, los albos rápidamente comenzaron a pensar en nuevos refuerzos, principalmente en un nuevo central, ante la ausencia de Matías Zaldivia por lesión, y la partida de Julio Barroso junto a otros referentes e incluso ídolos del club, como lo son Matías Fernández y el goleador histórico del fútbol chileno, Esteban Paredes.
Por ello, desde Macul comenzaron a gestionar el arribo de Fabricio Formiliano, defensor central que militaba en ese entonces en Peñarol y hoy defiende los colores del Necaxa. Sin embargo, tras una larga teleserie, el charrúa decidió permanecer en el conjunto "Carbonero" y fue una de las primeras frustraciones del DT boliviano en el club.
Antes que el uruguayo de 28 años, sonó también Branco Ampuero, pero la UC apuró las negociaciones por el exjugador de Antofagasta y terminó quedándose con él.
Y en delantera...
Pese a tener a Iván Morales en el mejor momento de su carrera, a Javier Parraguez que suma minutos y al joven Luciano Arriagada que responde cuando se le necesita, Quinteros insistió en la llegada de un centrodelantero de mayor experiencia, y uno de los nombres indicados fue el de un seleccionado sudamericano de categoría.
Primero, fue el turno de Marcelo Moreno Martins, atacante boliviano del Cruzeiro quien incluso tuvo conversaciones con Gustavo Quinteros, pero finalmente, cuando ya estaba todo aparentemente cerrado, decidió permanecer en el elenco que hoy dirige Vanderlei Luxemburgo.

Situación similar ocurrió con Facundo Ferreyra, atacante argentino que se encuentra actualmente sin club, y que tuvo pasos por clubes como el Shakhtar Donetsk, Benfica, Newcastle United y el Celta de Vigo. Pese a que este viernes 10 de septiembre debía pasar la revisión médica y que el contrato estaba arreglado y el preacuerdo firmado, el jugador no llegó, argumentando tener "problemas personales".
Otros nombres que sonaron para llegar a Colo Colo fueron también Fabián Orellana y Ángelo Araos, aunque ninguno de ellos dos estuvo tan cerca como lo estuvieron los jugadores anteriormente mencionados.
De haber llegado todos esos fichajes, el "Cacique" podría formar fácilmente con un 4-4-2, con Brayan Cortés; Jeyson Rojas (Óscar Opazo), Fabricio Formiliano, Branco Ampuero (Matías Zaldivia), Gabriel Suazo; Fabián Orellana, Leonardo Gil, Vicente Pizarro (César Fuentes); Ángelo Araos; Marcelo Moreno Martins y Facundo Ferreyra.