Quedan apenas 16 días para que en Australia y Nueva Zelandia comience la novena edición de la Copa Mundial Femenina de la FIFA. Los duelos de las Matildas vs Irlanda y de las Football Ferns vs Noruega, programados para el 20 de julio, serán los primeros de la máxima cita planetaria.
Alrededor del mundo los equipos participantes se alistan para tan magno evento, con encuentros amistosos, concentraciones y, en casos como Brasil que viene de vencer a La Roja, ya se encuentran en Oceanía para la preparación final.
Pero no todos los elencos clasificados la pasan bien. Sudáfrica, por ejemplo, vive horas muy tensas a pocas semanas del arranque del Mundial. Las “Banyana Banyana”, que jugarán en tierras oceánicas su segunda copa consecutiva tienen serios problemas con la federación de su país y prueba de ello fue el boicot que las jugadoras protagonizaron en un amistoso reciente organizado por el ente rector del fútbol sudafricano.
Las jugadoras se negaron a participar de un partido de preparación ante Botswana, fijado para el domingo en el Tsakane Stadium de Johannesburgo y la SAFA, en vez de buscar algún acuerdo, sustituyó a las futbolistas por otras 14 elegidas a la carrera, incluyemdo a una joven de 13 años que hizo su debut internacional. Sudáfrica perdió 5-0.
Las jugadoras exigen que mejoren las condiciones, mientras que algunos ejecutivos de la SAFA las catalogaron de “mercenarias” y “traicioneras”.
Las exigencias de las futbolistas sudafricanas
Los motivos que gatillaron el boicot de las jugadoras sudafricanas al partido ante Botswana son básicamente dos. Por una parte, las futbolistas mostraron su descontento por el estado de la cancha del Tsakane Stadium; una cancha prácticamente de tierra en que podrían producirse lesiones de cara al Mundial.
Por otro lado, y lo más importante, las jugadoras reclamaron la decisión de la SAFA de no brindarles premios por su participación en la Copa. Cada futbolista recibirá unos 30 mil dólares por parte de la FIFA, sin embargo, de la Federación no habrá rédito alguno. Las integrantes del plantel sudafricano se negaron a firmar los contratos con el ente federativo y exigen el pago de 20 mil dólares para cada jugadora.
Sudáfrica integrará el Grupo G en la Copa del Mundo, junto a Suecia, Italia y Argentina.