
Fernando Díaz llegó a la cabina técnica de Coquimbo Unido con la misión de poder evitar que el cuadro "Pirata" vuelva a Primera B. Luego del bajo rendimiento del equipo con Patricio Graff, el adiestrador se puso el buzo nuevamente con la intención de salvar al equipo, que actualmente está en la última posición de la tabla de posiciones, a tres puntos de Universidad de Chile, rival con el que se mide este miércoles en Valparaíso.
"La prioridad es salvar a Coquimbo del descenso. Sabemos que hay que mejorar algunos aspectos, más allá de que no se pueden trabajar todos en tan corto de tiempo. Debemos jugarnos la opción de sacar puntos en cada partido que nos queda", comentó el Nano a su llegada al club.
Ya con las semanas, el entrenador ha tratado de obtener algunos resultados positivos, pero todavía no ha podido sacarlo del fondo de la Tabla de Posiciones. Además de su trabajo técnico, el Nano, conocido por ser un tipo muy cabalero, ha exhibido algunas de esas cábalas en estas semanas en el equipo coquimbano.

Los penales de los viernes, las comidas, concentraciones y horarios: las cábalas del Nano
Hay varias cábalas que ya se han visto en varios de los planteles que ha dirigido. Una de ellas es la de los lanzamientos penales los días viernes. Todo el plantel tiene que entrenar desde los doce pasos. Uno a uno van pasando los integrantes del plantel. El último turno es para el Nano, quien tiene todo planeado con el portero que se pone bajo los tres palos.
Según varios, está todo planeado para que el Nano convierta el último penal. Le dice, previamente, al arquero que se tiene que tirar a tal lado. "Siempre, en el último entrenamiento antes de cada partido, él pateaba un penal frente al arquero suplente, que era juvenil en ese tiempo. Este niño sabía que debía tirarse al lado contrario y no atajar el penal, esa era la idea", contó hace unos años Boris González, quien fue dirigido por Díaz en Cobreloa.
El ex defensor agrega que "nosotros queríamos terminar con la cábala del profe para verle la cara, y entre todos hicimos una vaca para que el arquero parara el penal. Le juntamos 600 mil pesos, que era mucho para él entonces, creo que todavía estaba en el colegio. Entonces llegó el día y había tremenda expectación y todo, pero... el arquero prefirió seguir en el equipo, arrugó y se dejó hacer el gol igual".
Otras de las rutinas que utiliza el Nano es cuando el equipo concentra para los equipos de local. El entrenador prefiere quedarse en su domicilio y no en las instalaciones del propio Coquimbo Unido. "Habitualmente, el profe no concentra con nosotros cuando jugamos de local", cuenta un jugador.

También es puntual con la hora de llegada a los entrenamientos. A las 9:20 horas llega en punto a los entrenamientos cuando están programados a las 10 de la mañana. Tampoco falla en eso. Y cuando los suplentes que no están citados para los partidos tienen que entrenar envía a su ayudante, Esteban "Chino" González.
La comida es otra faceta que el entrenador tiene dentro de sus rituales. Las empanadas y torta aparecen durante la semana. No hay un día fijo, pero después de los entrenamientos hay, unos días, un trozo de torta o una empanada para el plantel.
Al mando de Coquimbo, Fernando Díaz ha ganado un encuentro y perdido dos en el Campeonato Nacional, mientras que en la Copa Chile cayó en la ida con Huachipato y empató en el duelo de vuelta, quedando eliminado.