Los jugadores de la Universidad Católica están de vacaciones, unos descansando, otros preparándose, soñando con que el 2023 sea su año, como es el caso de Diego Ossa, delantero que con 18 años vio la luz en el profesionalismo esta temporada.
Ariel Holan confió en sus capacidades y lo promovió en agosto de este año, en un partido ante Everton donde reemplazó a Bryan González, otro proyecto al que le tienen varias fichas puestas en la UC.
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Desde ahí que el atacante viene entrando y saliendo de las consideraciones del DT, intermitencia que espera cortar la temporada venidera, donde será tenido en cuenta por el entrenador argentino, teniendo la difícil misión de hacer que los hinchas no se lamenten más por haber perdido a Bruno Barticciotto y Alexander Aravena.
La tarea, eso sí, no será sencilla, y menos con el cartel que ya tiene a su corta edad: lo apodan el "nuevo Diego Valencia" en San Carlos de Apoquindo, y por características no se queda, porque puede reemplazar a Fernando Zampedri y hasta perfectamente jugar con él, tal y como lo hacía el "Pollo", hoy en la Salernitana de la Serie A.
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Pasó a la primera línea de la UC
"Quiero contarles que nosotros vamos a seguir trabajando de cara al 2023", señaló en un video subido a las redes sociales de la UC el juvenil Ossa. Y claro, su entusiasmo es evidente, pues formará parte de la línea de ataque en los "Cruzados".
Si bien en el club siguen buscando otra alternativa más en ofensiva, su inclusión está asegurada, y con su 1,78 metros y su currículum de goleador de la serie de proyección buscará convencer a Holan de convertirlo en titular en el corto plazo.
Además, tendrá la ventaja de aportarle al equipo con los minutos Sub-21 en la siguiente temporada, aunque espera ser estelar por su rendimiento y no por la obligación de alinear juveniles.
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