A nada de ser reabierto está el Claro Arena, el nuevo estadio de la Universidad Católica. En San Carlos de Apoquindo intensifican los esfuerzos para, ojalá, llegar a inaugurar su nueva joyita el próximo 27 de julio, en el partido por el Campeonato Nacional que los pondrá frente a frente con Coquimbo Unido.
Mientras tanto, visitas protocolares. Por ejemplo, hoy se dejó caer en el recinto Rafael Collado, subsecretario de Seguridad Pública, quien en términos generales terminó levantando el pulgar.
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“El estadio cumple con los estándares de seguridad de un recinto de nivel mundial. Se han implementado medidas que ojalá estuvieran disponibles para todos los reductos de Chile”, dijo la autoridad, haciendo hincapié en un ítem en específico: una especie de barrera digital que hará inútil todo intento de suplantación de identidad.
Claro Arena y su medida ante la suplantación de identidad

Quien asiste regularmente a los estadios sabe que con mostrar el carnet basta para pasar los controles, pues el código QR permite saber, primero, si el rut asociado tiene entrada y, segundo, si no tiene ningún derecho de admisión activo.
Los barristas más violentos, eso sí, no tienen problemas en conseguir una cédula ajena para ingresar sin mayores inconvenientes, algo que será inútil en el Claro Arena, ya que un fino sistema de autenticación biométrica determinará sin fallos si el rostro de la persona es el mismo que figura en el carnet.
Esta especie de “reja digital”, como la calificó Collado, se ubica justo antes de ingresar a las tribunas, es decir, en el último corte, por lo que más allá de que el individuo en cuestión haya logrado pasar los anteriores anillos de control, hasta ahí nomás llegará su intento de entrar a la mala, permitiendo, además, ser detenido en el lugar.
“No solo se sabrá quién entra, sino también se podrá evitar que quienes cometen actos violentos vuelvan a ingresar”, cerró el subsecretario.