
La U comienza a respirar. Tras la fea derrota ante Cobresal hace una semana, este domingo el equipo azul logró una importante victoria ante Universidad de Concepción, uno de sus rivales directos en la lucha por escapar del fondo de la temida Tabla Ponderada.
Al interior del camarín, de hecho, ya se comienza a hablar más de la posibilidad de lograr uno de los cuatro cupos directos a la próxima Copa Libertadores -está quinto en la tabla anual- que de escapar del descenso.
Sin embargo, hay un problema que los azules deben empezar a considerar con cada vez más atención: los minutos sub 21.
En una regla que hace varios años se estableció para garantizar la presencia de jugadores jóvenes en los planteles del fútbol chileno, todos los equipos no sólo tienen que incorporar juveniles en sus plantillas, sino que además deben cumplir un mínimo de presencias en los torneos. Para esta temporada, esa cuota es de 2.142 minutos... y a falta de ocho fechas, la U lleva apenas 1.787.
Pocas chances para los juveniles
Para alcanzar los 355 minutos que le faltan a la U, el cálculo matemático es que Dudamel tendrá que utilizar en cada uno de los partidos que le quedan a un sub 21 por al menos un tiempo. O utilizar a uno como titular y dejarlo en cancha durante cuatro partidos casi completos.
¿Sencillo? No tanto, porque si bien el DT venezolano tiene fama de ser alguien que le da tiraje a la chimenea y confía en los jóvenes (uno de los aspectos que convencieron a la dirigencia, de hecho) en este momento no tienen a ninguno como parte de su "escuadra ideal".
De hecho, de los tres refuerzos que llegaron para esta recta final, sólo Reinaldo Lenis ha jugado con regularidad, mientras que el uruguayo Cristián Barros ni el argentino Brandon Cortés apenas aparecen en las convocatorias.
Y para mala suerte, como la regla sólo incluye a los nacidos después del 1 de enero de 1999, no entra el único canterano de la U que cuenta como fijo para Dudamel, Camilo Moya, nació en febrero del año anterior.
El único "consolidado"
Mauricio Morales y Simón Contreras han sido los únicos juveniles que han tenido algo de regularidad desde que llegó Dudamel a la banca, siendo permanentemente considerados en las citaciones, aunque sus minutos son escasos y se limitan más que nada a los momentos finales de los partidos.
El otro gran proyecto de las inferiores azules, el arquero Cristóbal Campos, está completamente "tapado" por Fernando de Paul, por lo que no verá acción a menos que "Tuto" se lesione o esté suspendido.
¿Quién queda entonces? Nicolás Guerra. Aunque siempre criticado por los hinchas, lo cierto es que el delantero sigue siendo el proyecto exportable de la institución, y el único sub 21 del plantel al que se podría tildar como consolidado. De hecho, suma más minutos esta temporada que todos sus otros compañeros de generación combinados.
Y aunque bien podría haber otro tipo de movimiento en el equipo, en este momento es Guerra quien será el llamado a suplir con la falta de minutos de juveniles, si es que la U no quiere pagar las consecuencias.