Universidad de Chile ha tenido un atribulado inicio de temporada, partiendo con el brote Covid-19 que afectó a gran parte del plantel y le impidió finalmente avanzar a la siguiente fase de la Copa Libertadores, situación que se suma a la imposibilidad de ocupar el Estadio Nacional para sus primeros partidos de local en el Campeonato Nacional. Esto, luego que les informaran que el reducto de Ñuñoa iba estar en reparaciones de cara a los Juegos Panamericanos 2023, lo que deja a los Azules sin poder hacer uso del recinto hasta junio de este año 2021. "No vamos a poder ejercer nuestra localía en Ñuñoa. Ya fuimos informados", confesaron desde el interior del CDA a El Mercurio. Debido a ello, se logró un acuerdo con O'Higgins para ocupar El Teniente de Rancagua, en al menos cuatro de los primeros partidos de local en el torneo, comenzando por el que jugarán ante Huachipato el próximo 3 de abril, seguido de Unión Española, Santiago Wanderers y Everton. "La cancha está muy buena y no es tan lejos: Desde el CDA hasta el estadio son 45 minutos de viaje", indicaron al matutino, haciendo ver una buena relación que tienen con los de la Sexta Región, teniendo en cuenta el buen precio en que le dejaron el arriendo del estadio. En este contexto, el citado medio señaló que en la capital, ningún estadio fue consultado, tanto por la poca relación existente y las dificultades que presentaban muchos de ellos. En el Santa Laura, el gatillante fue los problemas entre la dirigencia actual de los universitarios y Jorge Segovia, dueño del cuadro Hispano, por la pasada disputa del Chile 4 en la Copa Libertadores 2020. Por otro lado, el Estadio Bicentenario de La Florida es utilizado como centro de vacunación, mientras que el Monumental y San Carlos de Apoquindo, seguramente no iban a ser facilitados al archirrival. En tanto, el Imperial de La Cisterna, tiene como uso exclusivo a Palestino.