
Universidad de Chile vive un complicado momento deportivo que lo tiene muy cerca del descenso a la Primera B. Los azules han agravado su crisis a lo largo del semestre y esta semana despidieron a su entrenador Diego López, y ahora es Sebastián Miranda quien está a cargo del equipo.
En ese contexto, gran parte de los reclamos de los hinchas han apuntado a la gestión dirigencial y a los nuevos controladores del club. Sobre el mando de Universidad de Chile uno que tiene basta experiencia es Federico Valdés, presidente en la época dorada de los laicos, que tuvo su clímax con la obtención de la Copa Sudamericana el 2011.
"El problema de la U es principalmente deportivo, y es muy complicado. El equipo tiene solo chispazos de buen fútbol. Creo que nos vamos a salvar (del descenso) porque, aunque frágil, nuestro equipo es superior a los demás involucrados en la pelea por el descenso. Estuve en el Estadio Nacional esa calurosa tarde de enero de 1989 cuando se dio una combinación de resultados imposibles, incluida nuestra incapacidad de derrotar a Cobresal. Así es que sé que eso puede ocurrir", expresó Valdés.
Sin embargo, el extimonel azul lanzó un pequeño dardo a los actuales líderes del club, y a la gestión que encabezó Luis Roggiero en la gerencia deportiva. "Los resultados deportivos que estamos viendo dejan claro que la configuración del plantel estuvo llena de errores, hubo un mal proceso de toma de decisiones en las contrataciones. Lo aconsejable es rediseñarlo. No creo en las recetas infalibles en una actividad tan compleja y con tantos imponderables como esta, pero debería involucrar a varias personas con opiniones independientes, de modo de minimizar la probabilidad de equivocarse por los ángulos ciegos que todos tenemos", afirmó.

"Pensar que se puede dejar la decisión de las contrataciones a una sola persona o a un par de personas, por muchos conocimientos que puedan tener en la materia, es riesgoso. Y en el fútbol tomar esos riesgos se paga caro. Estuve cinco años de presidente y nunca me tocó conocer al dirigente o al experto que se las sabía todas. Ni en Chile, ni en el extranjero... Nosotros conseguimos los mayores éxitos de la U realizando las contrataciones mediante un proceso colegiado, en el que interveníamos un grupo de personas", agregó.
La negativa a la Casa de Estudios
En las últimas semanas, grupos de hinchas se han manifestado pidiendo que la Casa de Estudios de la Universidad tome el control del club, algo a lo que Valdés se opone completamente. "La idea de que la casa de estudios intervenga en Azul Azul, más allá del nombramiento de sus dos directores, no tiene asidero. Y no es bueno trabajar sobre la base de ideas que no tienen buen sustento, porque son inconducentes. El contrato entre la Universidad de Chile y Azul Azul está bien estructurado y ha sido respetado a cabalidad, hasta donde yo he podido observar. Si hay alguien que tiene antecedentes concretos de que no ha sido así, debería ponerlos sobre la mesa ya".
La crítica del presidente laico durante la Copa Sudamericana 2011 se basa en su propia experiencia. "La naturaleza de la actividad académica no puede estar más lejos de la de un club de fútbol profesional. Lo sé probablemente mejor que nadie, porque he sido rector de la Universidad del Desarrollo por 11 años y fui presidente de la U por cinco. Por algo en su momento se creó la Corfuch, para que la universidad pudiera desligarse de responsabilidades que le son totalmente ajenas", concluyó.