El 5 de mayo de 2013, Universidad de Chile le ganó por última vez como local a Colo Colo en un Superclásico. Fue 3-2 en Ñuñoa con gol al minuto 93 de Charles Aránguiz.
Pero la jugada empezó antes, en la banda izquierda, con un centro preciso del zurdo Luciano Civelli. Ese fue su momento, el único que realmente dejó huella en su paso por el Romántico Viajero.
La millonaria apuesta de Sampaoli
Civelli había llegado seis meses antes desde Libertad por dos millones de dólares, convenciendo a Jorge Sampaoli en un movimiento que despertó la ilusión, sobre todo por la llave que jugó el trasandino ante la U en la Libertadores 2012, donde fue figura.
En total, jugó 32 partidos, hizo 5 goles y vivió gran parte de su estadía entre lesiones y la suplencia. Terminó marchándose por la puerta trasera, y como uno de los peores movimientos de la dirigencia tras la obtención de la Sudamericana 2011.

¿Qué fue de Luciano Civelli?
Azotado por las lesiones, con apenas 31 años colgó los botines. Lo curioso es lo que vino después: se fue a vivir a Australia, trabajó como jardinero, repartió comida en bicicleta y se desconectó del fútbol.
Hoy vive en Buenos Aires y está enfocado en su nueva vocación. Es coach ontológico, trabaja con deportistas y empresas, y en sus redes comparte reflexiones sobre liderazgo, autoconocimiento y procesos personales, aunque tampoco ha dejado de lado la jardinería.
En 2023, en conversación con AS Chile, reveló cómo fue ese partido ante Colo Colo. “Ganar el Superclásico es una experiencia espectacular. Había mucha confianza en el equipo. En el plantel estábamos confiados en que teníamos que vencer a Colo Colo porque jugábamos de local", apuntó.
De ser uno de los fichajes más caros de Azul Azul al mundo del coaching, el argentino encontró una forma de reconstruirse lejos del fútbol. Mientras tanto, en la U esperan que alguien repita ese centro al último minuto este sábado en el Estadio Nacional.