Tom Brady, mariscal de campo de los campeones Tampa Bay Buccaneers, tiene una cuenta pendiente con su nueva franquicia en su segundo año: vencer a sus rivales divisionales New Orleans Saints en temporada regular. En su último partido, los de Louisiana blanquearon por primera vez al egresado de Michigan en los controles de los dos veces ganadores del Trofeo Vince Lombardi, siendo la primera ocasión en 15 años que una defensiva maniata al futuro Salón de la Fama.
Pese a su victoria en la postemporada, en la campaña regular los Bucs no han podido conquistar ningún partido ante los oro y negro y en dos ocasiones, las dos en calidad de visitantes, los dejaron con tres unidades o menos, mientras que en el Superdome, Brady tuvo un amargo debut con Tampa y en esta campaña perdieron 36-29. Sin embargo, en postemporada sí pudieron dominar a los Saints en camino a conquistar el Super Bowl LV.
De hecho, los Saints son uno de cuatro equipos que tienen un récord de .500 contra Brady, gracias a sus cinco triunfos, cuatro de ellos bajo el uniforme de New Orleans, luego de presumir un registro de cuatro triunfos y un descalabro con los New England Patriots con los que conquistó seis títulos.
Los otros equipos que no presumen un récord perdedor ante Tom Brady son los Denver Broncos, con los que marca nueve triunfos y mismo número de descalabros, gracias al triunfo de Tampa sobre los equinos en la semana tres de la campaña pasada, así como los Seattle Seahawks, conjunto al que ha enfrentado en cuatro ocasiones con victorias divididas, incluido el Super Bowl XLIX.