Nicolás Jarry pasa por un gran momento, no sólo tenístico sino también personal. Metido de llenos en los primeros planos del circuito, el número uno chileno además será padre por segunda vez, algo que lo hizo bajarse comprensiblemente del Masters 1000 de Cincinnati tras ganar en su debut. Sin embargo, pese a no competir el desarrollo del prestigioso torneo estadounidense sólo le trajo más buenas noticias, ya que se confirmó el que era su gran objetivo para esta semana: ser cabeza de serie en el US Open.
El cuarto y último Grand Slam de la temporada está a la vuelta de la esquina y comenzará en Nueva York el próximo lunes 28 de agosto, por lo que los preclasificados quedarán definidos al finalizar Cincinnati. Y si bien Jarry tenía amplias chances de asegurarlo por su posición en el ranking ATP al comienzo de la semana (26°), con su victoria en primera ronda sobre el ruso Roman Safiullin y los demás resultados en la semana matemáticamente ya no puede salir de los 32 mejores que estarán presentes en Nueva York.
Jarry en este momento está 23° en el ranking live, por lo que tendría que ser superado por diez jugadores en lo que queda del Masters 1000 de Cincinnati para no ser uno de los cabezas de serie. Algo que ya es imposible, con las derrotas en primera y segunda ronda de, por ejemplo, Borna Coric (que defendía el título del año pasado), Tallon Grieskspoor, Daniel Evans, Christopher Eubanks o Ugo Humbert.
El gran morbo para Jarry será tratar de mantener la posición que ocupa actualmente de cara al US Open, ya que de quedar entre los 24 primeros evitaría al menos hasta octavos de final a alguno de los ocho máximos favoritos; como muestra, en estos momentos esos serían Carlos Alcaraz, Novak Djokovic, Daniil Medvedev, Holger Rune, Casper Ruud, Jannik Sinner, Stefanos Tsitsipas y Andrey Rublev.
¿Quiénes podrían botarlo de ese escalafón? De cara a los octavos de final del Masters 1000 de Cincinnati que se juegan hoy, el francés Adrian Mannarino, el estadounidense Mackenzie McDonald, el suizo Stan Wawrinka, el serbio Dusan Lajovic y, curiosamente, el que iba a ser su rival en segunda ronda, el australiano Alexei Popyrin.
Por eso será clave seguir el desarrollo del campeonato en su recta final, aunque al menos la primera meta de ser cabeza de serie en el US Open tal como ya lo había hecho en Wimbledon, está cumplida para el número uno chileno.