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Periodista que hizo confesar al Cóndor Rojas de su trampa en el Maracaná no comulga con el guion de la película

Luis Urrutia O’Nell (Chomsky) afirma que el escrito que le hicieron llegar desde la producción del filme ‘Simulacro’ no satisfizo en absoluto su versión de los hechos. “Lo mío es rigor”, precisa. Lo otro, “es creación”, apunta.

Rojas, la bengala y la trampa mundial Luis Urrutia O'Nell logró que el arquero confesara. Ahora, no le interesa la película que quieren hacer con la historia de la revelación.

Cuando a Luis Urrutia O’Nell (73) se le preguntó si iba a participar en la producción de la película sobre la farsa protagonizada por Roberto Rojas en el Maracaná en 1989, cuyo acuerdo de producción se acaba de firmar en Cannes, el septuagenario periodista fue tajante: “Me hallo en las antípodas del proyecto”.

La respuesta puede resultar sorprendente, en consideración a que la futura cinta gira en torno a él, el reportero que destapó el gran engaño del arquero y que consiguió que Rojas confesara que todo había sido una trampa que urdió “para proteger los intereses de Chile”, como después intentó justificarse ante una sociedad incrédula de que un ídolo pudiera maquinar tamaña mentira.

El arquero también expresó su molestia con la película. Dijo que nadie le había consultado nada.
Roberto Rojas yace en el MaracanáEl arquero también expresó su molestia con la película. Dijo que nadie le había consultado nada.

Pero para quienes conocen un poco a ‘Lucho’ Urrutia, desde que retomó sus estudios de Periodismo en la Universidad de Chile, a mediados de los ’80, ya con una frondosa barba y un principio de calvicie en la nuca, la respuesta de que nada puede estar más alejado de él que ese proyecto de película, es consistente con lo que ha sido su verdadera obsesión periodística: el rigor en su estado natural.

Urrutia se ganó gratuitamente el apodo de “Chomsky” en aquella Escuela de Periodismo de la U en los ’80 -dictadura de por medio y con una escasez de recursos técnicos que hoy la harían inadmisible de cualquier acreditación-. El lingüista estadounidense Noam Chomsky (96) era uno de los autores referenciales del ramo de Redacción (que en muchas universidades parece haber desaparecido, a la luz de lo que en muchos medios se publica), y por alguna razón discrecional, juguetona o propia de algún viernes alcoholizado, el apellido del filósofo recayó en este experimentado estudiante que había pasado por las aulas de Periodismo en la década anterior, pero que discontinuó sus estudios hasta reanudarlos rodeado de una generación más joven.

Urrutia-’Chomsky’ logró finalmente graduarse y comenzó una larga trayectoria en prensa escrita, que lo llevó a ser elegido Premio Nacional de Periodismo Deportivo en 2008 y a ser autor y co-autor (junto a Juan Cristóbal Guarello) de una serie de libros. Fue trabajando en La Tercera donde le tocó estar para aquel funesto episodio con el que Roberto Rojas terminó castigando a un país y a una generación de futbolistas. Y tomó el tema como propio, hasta desencadenar la confesión de un arquero que ya no pudo más con la presión del medio y, quizás, con su propia conciencia.

No y no al guion que le presentaron

El anuncio de la película apareció el lunes pasado, como se estila ahora: a través de una publicación en Instagram. Durante el Festival de Cannes, se firmó un acuerdo de coproducción para la película “Simulacro”, un thriller político-deportivo basado en el escándalo de Rojas. El proyecto reúne a Villano Producciones y Storyboard Media con la suiza Viven Film, y también tiene la participación del actor Benjamín Vicuña.

El filme en cuestión, agrega la publicación, “se centra en Chomsky, un periodista obsesivo que investiga los hechos tras la polémica simulación de Rojas, descubriendo una red de corrupción, manipulación política y espectáculo mediático. La historia trascurre entre Río de Janeiro y Sao Paulo”.

Benjamín Vicuña interpretará a "Chomsky", el periodista obsesivo. Luis Urrutia no fue consultado si sentía identificado físicamente con el actor que lo llevará a la pantalla.
El anuncio de la película "Simulacro"Benjamín Vicuña interpretará a "Chomsky", el periodista obsesivo. Luis Urrutia no fue consultado si sentía identificado físicamente con el actor que lo llevará a la pantalla.

Desde el comienzo de la conversación, el periodista se muestra distante del proyecto. “Lo que me presentan es ‘creación’”, apunta Urrutia. Admite que Juan Ignacio Sabatini, el director, le hizo llegar dos veces los guiones de lo que sería la película. “Llegué hasta la primera página y no seguí”, comenta.

Entiende Urrutia que el filme se centra en el periodista que logró doblegar la oposición de Rojas de ocultar la verdad, adjuntando una serie de testimonios de terceros que algo sospechaban o derechamente sabían de los planes y la ejecución del arquero en el Maracaná.

Pero en la pureza del rigor que profesa, Urrutia sabe que la historia real, pese a tener muchísimos ribetes cinematográficos, difícilmente podría ser llevada como él quisiera al celuloide, más bien al formato digital, a propósito de precisión. Y que, por lo tanto, si no se ajusta a lo que aconteció fidedignamente, no entra en su esfera de interés.

"Me hallo en las antípodas". Esa es la cercanía del reportero con el proyecto "Simulacro", la película sobre el caso del Cóndor Rojas.
Luis Urrutia O'Nell, periodista y archivero."Me hallo en las antípodas". Esa es la cercanía del reportero con el proyecto "Simulacro", la película sobre el caso del Cóndor Rojas.

“Recursos literarios”, añade Urrutia sobre el guion, con una dosis de sarcasmo, y cuenta que se lo entregó a su pareja, para que lo leyera. Pero que para él, la película dejó de ser tema, aunque le hayan ofrecido un monto de dinero que, según le propuso el productor-director, “podría ser tu jubilación”.

Y hasta ahí llega Urrutia-Chomsky sobre el tema de la película. “Lo mío es archivo, chequeo de fuentes, rigurosidad, dato...”, puntualiza, y sale jugando contando anécdotas del pasado que involucran a un variopinto grupo de periodistas deportivos. Que para quienes la buena memoria no existe como don, podrían ser recuerdos incomprobables, pero que saliendo de la boca del septuagenario periodista, tienen una alta probabilidad de ser tristemente verdades.