Clasificación al Mundial Femenino de Brasil 2027: una revolución de Conmebol… pero con pifias

En uno de los cambios más drásticos en la historia referentes al fútbol femenino, la Confederación decidió realizar unas eliminatorias, algo inédito desde que se juegan las Copas Mundiales, en 1991.

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Mundial FemeninoChile buscará clasificar por segunda vez en la historia a la máxima cita en Brasil 2027.
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Se avecina la Copa América Femenina. Entre el 12 de julio y el 2 de agosto se jugará en Ecuador la décima edición del torneo continental que, históricamente, ha acaparado la atención del mundo Futfem en el sur del mundo.

Y en cualquier otro contexto o momento de la historia del fútbol practicado por mujeres en Sudamérica, eso hubiese querido decir que las 10 selecciones que integran la Confederación estarían a algo más de un mes del certamen que les marcaría el futuro de los próximos cuatro años.

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En esta ocasión, no será tal, ya que el cambio que introdujo la Conmebol de cara a la clasificación a la Copa Mundial Femenina – Brasil 2027 es tan categórico, que modifica toda la perspectiva de lo que se acostumbraba a hacer en esta parte del orbe: por vez primera, Sudamérica enfrentará un proceso de eliminatorias mundialistas.

Válida es entonces la pregunta ¿cómo se hacía antes? Pues bien, la regencia del fútbol sudamericano definía en la Copa América a los clasificados a todos los torneos venideros en los próximos años, es decir, Mundial, Juegos Olímpicos y Juegos Panamericanos. Todo, en tres semanas de competencia. Cada selección, lisa y llanamente, apostaba todas las fichas del futuro en un torneo que duraba apenas 21 días.

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Fütbol Femenino.La Copa Mundial Femenina de la FIFA - Brasil 2027 se realizará desde el 24 de junio al 25 de julio de ese año.

Una aberración programática que necesitaba medidas urgentes

Era así de simple: o clasificabas a alguno de los tres torneos en la Copa América o tus próximos cuatro años como selección nacional tenían bastante poco sentido, salvo jugar algunos amistosos por el honor deportivo. Eso llevó, por ejemplo, a que Chile dejara el Ranking FIFA por inactividad, en el periodo posterior a la Copa América de Ecuador 2014. El fracaso en el objetivo de conseguir alguna participación en torneos venideros, sumado a la nula preocupación de la directiva del fútbol nacional de ese entonces en el progreso del Futfem, llevó al ostracismo total de La Roja y a que desapareciera del mapa mundial hasta 2017.

Fue así desde los albores de la actividad en Sudamérica. El primer Mundial Femenino se realizó en Estados Unidos en 1991 y, desde entonces que se juega la Copa América (Campeonato Sudamericano, hasta 2006) en busca de representantes sudamericanos.

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¿Más dificultad todavía para lo que debieron afrontar en el pasado las selecciones de la Conmebol? Las tres primeras ediciones solo entregaban un cupo mundialista; a partir de la cuarta y hasta la sexta, apenas dos; la séptima y octava, dos y medio, y ya para Colombia 2022 los lugares se ampliaron a tres directos y dos al repechaje intercontinental.

Pero por mucho que con el tiempo los pasajes mundialistas se hayan abierto para las selecciones de la Conmebol, seguía existiendo un problema mayúsculo y que requería cirugías mayores para resolverlo: qué hacer con las selecciones que no clasificaban a torneo alguno. ¿Seguirían esas asociaciones miembro optando por dejar sin competencia a sus representativos de mujeres para, así, ahorrarse algunos pesos?

La solución llegó ahora con la adopción de un sistema de eliminatorias mundialistas, algo nunca antes hecho, y que intenta emular en cierta medida el sistema clasificatorio de los hombres de todos contra todos.

La Conmebol se une así a UEFA y OFC como las confederaciones con eliminatorias. Concacaf; AFC y CAF siguen definiendo clasificados a través de sus respectivas copas continentales.

Infografía: Francisco Ruiz/En Cancha Prime

Una revolución de la Conmebol, pero con ripios

Presentadas en sociedad, entonces, en gloria y majestad las Eliminatorias Sudamericanas Femeninas. Tras una reunión el 12 de diciembre pasado, la Confederación anunció la flamante medida. “La nueva competición será disputada entre 2025 y 2026, y brindará dos cupos directos y dos cupos al repechaje, además del ya ocupado por Brasil, selección anfitriona del próximo Mundial”, fue la comunicación en su momento.

Entonces, formato: todos contra todos. Participantes: todas las asociaciones miembro de la Conmebol, excepto Brasil, clasificada ya a la Copa como organizador.

Aparece, ahora, el primer pero, aunque es más que nada una formalidad y que, de seguro, tendrá pronta solución. La Conmebol, a poco de que se inicie ese proceso eliminatorio, aún no anuncia fechas ni calendario.

Sí, el organismo se limitó a decir que el proceso se desarrollará en las fechas FIFA que vengan después de la Copa América, pero certezas no hay. Es algo definitivamente a afinar.

Pero la otra arista del asunto sí que da para muchísimo más debate. Cada selección tendrá ocho rivales en este proceso eliminatorio, claro, ya que no está Brasil en busca de cupo mundialista. Pero en una decisión por lo bajo discutible, la Conmebol decidió que solo se jugará una rueda y no partidos de ida y vuelta.

En simple: cada escuadra sudamericana jugara UN PARTIDO contra otro equipo y no uno de local y otro de visita. ¿Cómo se determinarán los cuatro duelos que cada elenco juegue en casa y los cuatro como forastero? La Confederación se limitó a advertir que “Los criterios se definirán en Consejo de la Conmebol”.

A todas luces, la decisión acarrea consigo una injusticia deportiva tremenda. ¿Es lo mismo para Chile, por ejemplo, jugar solamente en Colombia contra Colombia, uno de los equipos más fuertes de la zona, y no tener revancha en suelo nacional? ¿Qué pasa si a determinada escuadra le tocan sus partidos como visitante ante, por decir algo, Perú y Bolivia, los más débiles, y de local con, ejemplo nuevamente, Argentina y Paraguay, de los más complicados? En Luque, al parecer, eso no lo pusieron en la balanza.

Nayadet López Opazo.La seleccionada chilena analizó con En Cancha Prime el megacambio impulsado por la CONMEBOL. Foto: Instagram Nayadet López.

“Pudieron haberlo pensado mejor, pero es un avance”

Desde la Selección Chilena, que se alista para un amistoso no FIFA ante Catalunya, valoran el espíritu de la iniciativa de Conmebol, pero, como es de esperar, existen reparos por la puesta en marcha.

La mediocampista del Alavés FEM Nayadet López Opazo analiza con En Cancha Prime que “es una buena iniciativa. Jugar una eliminatoria para llegar al Mundial es mucho más alargado en el tiempo y no se contrae todo en una sola competición como en la Copa América o en un solo momento. Mucho mejor”.

Sin embargo, la nacida en Manises, Comunidad Valenciana, cree que “no es lo mismo jugar en tu país, con tu gente, tu afición, las facilidades que puedas tener, a hacerlo fuera. Que sea partido único y que eso decida es algo que deberían haber pensado mejor. Entiendo que puede ser que no se haya hecho así por fechas”. De todos modos, Nay se resigna a que “si ya está decidido, habrá que adaptarse. Ojalá los rivales más fuertes tenerlos en casa”…

En resumen: nuevo formato para clasificar al Mundial. Serán ocho partidos, cuatro en casa y cuatro afuera, los dos primeros de esa clasificatoria van a Brasil 2027; tercero y cuarto al repechaje intercontinental. La Copa América, en tanto, seguirá entregando los cupos para los Juegos Olímpicos y los Panamericanos.

Sobre la repesca, y bien lo sabe Chile tras la experiencia hacia Australia-Nueva Zelandia 2023, se realizará un minitorneo intercontinental, antes del Mundial, por grupos y que en esta ocasión determinará a los tres últimos clasificados.

Infografía: Francisco Ruiz/En Cancha Prime

De acuerdo con las ventanas FIFA que quedan en el calendario y teniendo en consideración que se necesitan cuatro de dos partidos cada una, la clasificación mundialista debería realizarse en las fechas que van desde el 20 al 28 (o 29) de octubre y del 24 de noviembre al 2 de diciembre de 2025 y del 24 de febrero al 7 de marzo y del 7 al 18 de abril de 2026.

Una idea revolucionaria, que por fin cambia un tremendo vicio programático en el fútbol de selecciones femeninas del continente, pero que se pudo haber hecho de mejor manera…

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