- “Va a ser difícil que aparezcan este tipo de jugadores (como) Arturo Vidal, Alexis Sánchez, el mismo Claudio Bravo, Gary Medel, Charles Aránguiz, que no es fácil encontrar. Chile no tiene volumen de futbolistas, ni el volumen de nivel de futbolistas que hay en Brasil o Argentina”.
Juan Antonio Pizzi está hoy a cargo de Kuwait, en lo que representa su tercer paso por una selección del Medio Oriente. Admite que se ha ido acostumbrando a dirigir en estos países donde el fútbol no tiene la caja de resonancia que hay en Europa o Sudamérica.
Pronto a cumplir 57 años (7-6-1968), con una barba cana, el entrenador argentino-español afirma que “más que el aspecto físico o exterior de una persona, lo que valoro siempre son sus pensamientos, sus convicciones, su forma de ser. Y en eso, yo considero que no he modificado mucho mi pensamiento, ni mi vida, al margen de lo que puedan decirme sobre mi aspecto”.
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¿Cómo es ser técnico de la selección de Kuwait?
Básicamente, tratamos de llevar a cabo el mismo trabajo de selecciones anteriores. He tenido la oportunidad de trabajar con la Selección de Chile, y acá en Medio Oriente con la de Arabia Saudita y Bahrein. Trato de replicar, en cada uno de los lugares, lo que creemos que es más conveniente para estos niveles de jugadores, de competencia y con este nivel de campeonatos. Lo más importante es el hecho de instalarnos aquí, de convivir, de estar permanentemente en los partidos, en los entrenamientos, viendo un poco el día a día de los jugadores, el ritmo que llevan en sus entrenamientos o con sus clubes. Al ser campeonatos tan cortos, porque no hay muchos equipos, tenemos la posibilidad, sobre todo en las fechas FIFA, de anticiparnos un poco, y en vez de tener esos diez días que da FIFA como obligación para que los seleccionados puedan disponer de los jugadores, acá generalmente nosotros conseguimos que sean 20 o 25 días, lo que nos permite hacer, entre comillas, una mini pretemporada con los jugadores, estar más constantemente con ellos. Generalmente, nos vamos fuera del del país, a Europa o a otro país del Medio Oriente. En base a eso, vamos conociendo mejor a los jugadores, entrenamos doble turno, que es una situación que ellos no viven cotidianamente en su club. Aprovechamos para inculcarles un poco la importancia de otros trabajos, que tienen que ver más con los aspectos físicos, con el cuidado, con el descanso, y aportar algo a este tipo de asociaciones o de federaciones que están un escalón más abajo que las top.
-¿Estar muy encima del día a día de los jugadores es fundamental o muy importante para un entrenador en este tipo de seleccionado, que a diferencia de otros no tienen tan a la mano información de rendimientos o seguimientos?
Este caso tiene diferente variantes, fundamentalmente tengo a todos los jugadores en la competencia local, no hay ningún jugador seleccionable de Kuwait jugando fuera del país. Lo mismo me sucedió en Bahrein y en Arabia Saudita. Cuando las selecciones tienen un nivel más alto, sobre todo las sudamericanas, la mayoría de los futbolistas seleccionables están compitiendo fuera del país. No es tan indispensable estar en el lugar donde uno es seleccionador. Pero en nuestro caso creemos que sí es indispensable, porque acá, al margen de los partidos que vemos todos los fines de semana, ya sea de copa o de la liga local, ir a verlos cada tanto, ver cómo se comportan en los entrenamientos, también es un aporte muy grande a nuestro conocimiento, y eso nos permite tener un poco más de claridad a la hora de visualizar situaciones que se pueden presentar en el futuro.

-Entiendo que en Chile esto no lo hacías, pero a Ricardo Gareca se le critica por el tiempo que está y no está en Chile, entendiendo que hoy el fútbol está globalizado y hay tantos jugadores en el extranjero.
La situación de cada seleccionador es diferente. Todas las decisiones que tome un seleccionador tienen que ser, primero, previstas anteriormente, y después, consensuadas, analizadas por cada una de las federaciones. Cuando estuvimos en Chile, nosotros también estábamos en el día a día, pero es verdad que la mayoría de los jugadores nuestros estaban en Europa. Entonces, una vez cada 45 días o un mes hacíamos una recorrida por los lugares donde estaban nuestros futbolistas en Europa e íbamos a conversar con ellos. Veíamos un entrenamiento o un partido, como para que notaran la cercanía, para consultar algunas cosas, para ver cómo se sentían, para ver qué podían aportar en cuanto a algunos temas puntuales de la convivencia, de los viajes, la logística. A veces, cuando uno está afuera, cuando uno vive, por ejemplo, en Madrid o en Londres, la logística es mucho más fácil. Pero a veces te toca que vivís en Vigo o en una ciudad más pequeña que las capitales y la logística del viaje no es la misma. Los tiempos no son los mismos. El descanso de los jugadores no es el mismo y todo esto se va conversando en este tipo de recorridas. Hay otro tipo de factores, que tienen que ver con el trato que uno recibe muchas veces cuando vas a ver partidos. Porque sobre todo en Sudamérica, con la pasión que tienen los hinchas prácticamente de todos los países, siempre hay alguna recriminación o alguna observación que no se hace de buena manera y eso molesta mucho. A veces se toma la decisión, para evitar ese tipo de situaciones, de no ir a ver partidos en vivo si se pueden ver por televisión. Pero ninguno de estos aspectos es determinante. En eso sí que quiero ser claro. No es determinante que yo esté viviendo donde entreno, creo que es mejor, pero no es determinante ni mucho menos.
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-¿Cómo ves la situación actual de la Selección Chilena? ¿Cuán difícil es lo del recambio para el entrenador que le toca dirigir a Chile en este momento, sea Gareca o sus antecesores?
A mí la palabra recambio nunca me gustó. No la comparto en cuanto al sentido de que tenés un plantel de 14, 15 o 20 futbolistas en la Selección y el recambio te obliga a sacar diez de esos jugadores y traer otros diez que no aparecen debajo de las piedras. Sí creo que hay que hacer una inclusión, poco a poco, de jugadores que van apareciendo, que van mostrando nivel como para estar cerca de la Selección, e ir incorporándolos. Me parece que esta etapa sí se ha, entre comillas, demorado un poco, porque no han aparecido jugadores del nivel de estos que se van alejando de la Selección. Coincido con que va a ser difícil que aparezcan este tipo de jugadores, porque estoy hablando, por ejemplo, de Arturo Vidal, Alexis Sánchez, el mismo Claudio Bravo, Gary Medel, Charles Aránguiz, que no es fácil encontrar. Chile no tiene volumen de futbolistas, ni el volumen de nivel de futbolistas que hay en otros países, como pueden ser Brasil o Argentina. Entonces, cuando te encontrás con una cantidad más o menos importante de 14 o 15 jugadores de un nivel alto, como sucedió del 2010 al 2020, es difícil después tratar de igualar eso. Creo que poco a poco tienen que hacer mucho hincapié en las divisiones inferiores. La programación de los campeonatos tiene que ser de determinada forma que les permitan progresar. Tiene que haber apoyo, no solamente de la Federación chilena, sino que tiene que haber sponsors. Incluso, me atrevería a decir que hasta el gobierno tiene que involucrarse en promover la práctica del fútbol, para que los chicos quieran jugar al fútbol y para que cada vez empiecen a jugar más temprano y que sean mejores cuando les toque la edad de ver si pueden ser profesionales o no. Pero no es fácil, fundamentalmente porque el volumen de jugadores que hay en Chile no es equiparable hoy a Brasil, ni a Uruguay, ni a Argentina, por ejemplo.