Jorge Uauy dice que “me pillaron volando bajo” cuando concedió esta entrevista a En Cancha Prime. No precisa si es porque está arrepentido de haber aceptado o porque no quiere distraerse de su objetivo central: el devenir del club que preside, Palestino.
Tampoco es que este ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y MBA en la Universidad Católica, con un post título en Administración, rehúya los temas y las preguntas. Pero en su lamento inicial denota que no tiene ningún ánimo de polemizar y que se ha alejado de la coyuntura directiva “porque no hay mucha cabida para hacer aportes”.
Jorge Uauy está, de igual modo, observante. Desde su óptica económica liberal, advierte que la industria el fútbol chileno está “enferma”, que la inflación producto de los altos sueldos está causando daños, y que si bien Palestino goza de buena salud, no puede dejar de preocuparse por sus vecinos pues se sabe parte de la comunidad.
-Los estados financieros 2024 de Palestino en cuanto a aumento de patrimonio, incremento de los ingresos, utilidades son muy positivos. ¿Como presidente, debe sentirse muy conforme con la gestión de estas últimas temporadas, tanto en lo deportivo como lo institucional?
Sí, la verdad es que al principio, cuando llegué, esa situación no es como la que comenta. Hace ocho años que soy presidente y en ese momento el club estaba en una situación muy distinta a la de hoy. Tenía un patrimonio negativo importante y deudas. Con el correr de los años establecimos, junto al directorio, un mecanismo para profesionalizar el club en todas sus líneas y poder darle un sentido y un modelo de negocio a la conducción económica del club. Gracias a Dios, nos ha resultado y los datos en el fondo resumen el trabajo de muchos años.
-¿Cuáles han sido los ejes principales que fijaron como modelo de negocio? La promoción de valores jóvenes y clasificar a las copas internacionales son dos que usted ha mencionado siempre. ¿Hay otros más?
Profesionalizar el club en todos sus estamentos. Contamos con las personas idóneas para llevar adelante las tareas. En lo deportivo, prácticamente hace cuatro años que tenemos a un gerente deportivo (Matías Cerda) que está full metido en plasmar y desarrollar nuestro modelo de negocio, que es estar permanentemente en los primeros lugares del torneo y tener un plantel que nos permita representar a Chile en copa internacionales. Lo hemos podido cumplir prácticamente en todos los últimos años. Así, entramos en un círculo virtuoso que permite tener recursos para ir solucionando temas de infraestructura, tener una plantilla que permita mantenerse en los primeros lugares, un equipo profesional al que le podamos pagar y tenerlo por mucho tiempo. Este círculo virtuoso te empuja a hacer cada año más desafiante que el anterior.

-En la formación de valores jóvenes, el más emblemático es Iván Román. Pero hay muchos otros que ya están incorporados al primer plantel y que además tienen mucha proyección para ser transferibles. ¿La inversión sostenida en el fútbol joven es algo que Palestino ya institucionalizó?
Es algo que nunca hemos dejado de lado. Particularmente, estos últimos años hemos intensificado la inversión en el fútbol joven. Hemos dotado de infraestructura mucho más eficiente y potente al fútbol joven, y también en personas. Eso hace que podamos hacer muchas más cosas de las que hacíamos antes, en términos de potenciar a los jugadores en la parte física, poder darles proteínas, complementar su formación llevando una gran cantidad de jóvenes a entrenar con el primer equipo, para que vayan adquiriendo mayor experiencia. Hoy conforman el plantel muchos jóvenes, y de hecho han jugado como titulares durante varios partidos por lo menos cuatro o cinco jugadores de casa.
Palestino y los propósitos de sus divisiones inferiores
-¿Qué contempla el modelo, cuántos jugadores más o menos por generación debieran llegar al primer equipo?
Eso es variable, depende de lo bondadosa que sea la generación. Hay generaciones que realmente tienen mucha más cantidad de niños con potenciales. Hoy estamos incorporando jugadores de 16 años al primer equipo, para que entrenen y algunos tengan minutos. Es el caso, por ejemplo, de Ian Alegría, que jugó el último partido con Huachipato. El lateral Diego García, que tiene 16 años, ha jugado partidos oficiales. Permanentemente están con el primer equipo al menos diez o doce jugadores del fútbol formativo.
-¿Cuántos canteranos debiera vender Palestino por temporada, entendiendo que es parte del modelo?
Esa forma de medirlo no la comparto. Creo que la medida es por la cantidad de canteranos que pueden formar parte del primer equipo y puedan estar en cancha en partidos oficiales. Para nosotros es la medida más correcta, porque vender o no es circunstancial, por diferentes motivos. Muchas veces la madurez de los jugadores en Chile es más tardía y por lo tanto una venta no necesariamente se concreta, o se concreta en etapas posteriores. El caso de Iván Román es una excepción tremenda, porque él viene desde hace muchos años escalando posiciones, prácticamente nunca jugó con la categoría que le correspondía. Cuando tenía 14 años, jugaba por la de 16, y cuando tenía 16, jugaba ya en el primer equipo. Para nosotros es muy relevante que formen parte de nuestro plantel y sean realmente un aporte al equipo. Eso se paga, porque te abarata de alguna forma tener que traer jugadores foráneos a precios más caros para suplir la plantilla.
-¿Entonces el primer propósito de Palestino en la generación de jugadores jóvenes es nutrir al primer equipo, y un segundo, debiese ser la venta?
Así es. El segundo es la venta, idealmente al extranjero, porque potenciar otro equipo en Chile la verdad es que no nos gusta para nada.
-¿El esfuerzo que hace Palestino en divisiones juveniles tiene un correlato con el nivel competitivo que muestra el fútbol joven en Chile?
Interesante..., porque ¿cómo medimos el nivel competitivo del fútbol formativo chileno? ¿Por las competencias, por los logros internacionales? Yo siempre prefiero medirlo en la medida de nuestro objetivo como Palestino. Desde esa perspectiva, el hecho que jugadores jóvenes, de 16, 17 años, puedan ser titulares en un equipo de Primera División que está disputando los primeros lugares, es un nivel competitivo que para otros clubes puede ser que no lo sea, pero a nosotros nos deja muy satisfechos. La competitividad la damos internamente, no contra quien se tengan que medir.

-Una crítica que se hace transversalmente es que el fútbol joven en Chile ha sufrido una involución respecto de lo que fue hace más de una década, porque hay una buena cantidad de clubes que por sus modelos de negocio no les interesa.
Esa es otra cosa. Si incorporamos a los equipos de Primera y Primera B, obviamente que hay muchos clubes que no les interesa el fútbol formativo. Cuando no existe esa instancia, uno tiene que velar y buscar la forma de hacer más competitivo a sus propios jugadores. Y eso es lo que busca Palestino, que ha mantenido en alto el tema del fútbol formativo porque se preocupa de él, miramos hacia adentro y tratamos de darnos competitividad internamente.
-Como uno de los clubes que posiblemente mejor trabaja el fútbol joven en Chile, ¿nunca han hecho un planteamiento respecto de cierta mejorías o propuestas que se podrían implementar, por ejemplo torneos, ampliar divisiones...?
La verdad es que yo hice algunas propuesta en esa dirección hace mucho tiempo y no fueron tomadas en cuenta. Creo que la competencia de la Sub 20 debería ser un símil de un torneo de Reservas. La pirámide que empieza a surgir a medida que se va llegando a los 20 años, permite tener un campeonato Sub 20 donde puedan jugar futbolistas del plantel adulto que no estén haciéndolo en forma regular y que así puedan tener minutos de competencia. Lo mismo con jugadores que están recuperándose de lesiones. Para que se mantenga la categoría Sub 20, yo proponía que de los once jugadores en cancha, al menos seis fueran Sub 20 y los otros cinco fueran jugadores de la plantilla del primer equipo. Sería algo más útil y más competitivo que un torneo del fútbol formativo y haría que los jugadores tuvieran mayor roce con gente más madura.
-El torneo de Reservas incluso es un producto hasta ‘televisable’.
Sin lugar a dudas, le aportaría mucho más atractivo al producto. Luego de mi postulación a la presidencia de la ANFP, en 2018, seguí después un par de años volcando esta inquietud, como presidente de Palestino, al interior de la ANFP. Pero no fui escuchado.
Inflación, sueldos altos y jugadores extranjeros
-En una entrevista del año pasado, usted afirmó que Palestino armaba planteles competitivos, sin figuras extranjeras que concentraran una buena parte del presupuesto. ¿Qué porcentaje de la plantilla le parece razonable gastar en jugadores extranjeros?
Es una pregunta difícil de responder. Yo creo que los jugadores extranjeros tienen que ser el mínimo posible. O sea, hay puestos que son muy difíciles encontrar en Chile, sobre todo en la línea delantera o un zaguero central de experiencia. La columna vertebral se puede reservar a los cupos extranjeros, estamos hablando de cuatro o cinco jugadores, máximo.
-Pero Palestino apoyó la cuota de seis extranjeros...
Sí, pero por otro fines.
-¿Cuáles serían?
Por un tema de competitividad salarial. Lo que ha habido en el último tiempo en el fútbol es una inflación tremenda. Desde que llegaron las platas del Canal del Fútbol, todo se ha ido mayoritariamente a los jugadores.

-¿Por qué ese fenómeno nunca fue controlado por los dirigentes?
Lo hemos tratado de controlar a nuestra manera, pero estoy hablando de la industria. Hoy hay equipos de la Primera B con muchísimos jugadores que antes formaban parte de la Primera División. Y eso es porque la Primera B tiene más recursos que antes y ha podido pagar sueldos más altos. Si el equipo con el que uno se disputa a un jugador empieza a aumentar la tarifa, va a aumentar la posibilidad de ofrecimiento. A tu equipo indudablemente le subirá igual el precio, aunque no lo contrates.
-Las leyes del mercado operando...
Sí, la ley de oferta y demanda. Si alguien está dispuesto a pagar muchísimo más, pagar el doble por algo que antes lo compraba a la mitad, entonces se genera una inflación por sí.
-¿Y un cupo de extranjero más haría bajar estos precios?
Sí, le pondría más competencia. Y ojalá pudiéramos tener la posibilidad de tener diez cupos extranjeros, pero sin llenarlos, sino que para tener alternativas de costos. Si le metes más oferta, el precio de los jugadores chilenos caería y se empezaría a autorregular solo y los buenos jugadores chilenos estarían dispuestos a jugar por un precio más barato.
-Es una interesante teoría.
Esa teoría no lo inventé yo, está en los libros de economía.
-Pero igualmente hay que fijar un límite de extranjeros, ¿no?
Esto de regular los mercados siempre a mí me ha molestado profundamente. Yo soy de una convicción económica liberal y por lo tanto creo que el mercado funciona. Obviamente, hay mercados que no son perfectos, que se tienen que ajustar de alguna manera, y eso se puede intervenir. Pero ¿qué mercado más perfecto que el de los futbolistas y los clubes? Lo ideal es que puedas tener el mayor número de alternativas para conformar tu plantel.
-Lo acusarían de estar coludido con los representantes de jugadores.
No, no tiene nada que ver, apunta a la dirección contraria, porque los representantes lo único que quieren es subir el precio para tener más comisión.
-O vender jugadores por volumen.
No, porque no voy a poder jugar nunca con más de once jugadores. Y los planteles se van conformar con no más de 24 o 28 jugadores. El punto está en bajar los precios para bajarle la comisión a los representantes.
-¿Más allá de esta medida del número de extranjeros, existe otra manera de controlar la inflación en el fútbol, independiente de su convicción económica liberal?
Hay algunos mercados que tienen un cap salarial, un techo de sueldos a los jugadores.
-¿Y usted le fijaría un techo de sueldos a los jugadores en Chile?
A mí me gusta más el mercado libre. Hay una cosa sumamente importante respecto a este tema. Yo no sé hasta cuándo estará la mayor disponibilidad de recursos. Usted revisó para esta entrevista el balance de Palestino: ¿revisó los balances de otros clubes? La inmensa mayoría de los clubes tiene pérdidas. Y se pueden tener pérdidas un año, pero no lo puedes sostener en el tiempo. Entonces esta industria está enferma, que es parte de lo que estoy diciendo antes. Los clubes no son autosustentables.
-Y si está enferma, ¿por qué no se ven intentos de sanarla?
Los intentos de mejorarla y sanarla tienen que venir de otros estamentos. Yo soy solamente presidente de Palestino y trato desde este sillón de hacer mis mejores aportes, como el que comentamos hace un rato. Pero a veces no se escucha.
El estado de la industria del fútbol chileno y Palestino
-Palestino está dentro de una competencia, de una organización. Por más buena que sea la gestión y eficiente sea el modelo, no va a poder tener un mayor progreso en la medida que los pares competitivos tengan otros principios, otro ideario. ¿Como presidente de un club sano en lo financiero y bien estructurado del punto de vista administrativo, no es una preocupación que esta industria no mejore, todo lo contrario, empeore?
Es una preocupación, sin lugar a duda. Y uno, vuelvo a repetir, trata de hacer un aporte de la mejor forma posible desde su asiento. Recuerde que hay instancias en las que uno no necesariamente puede y tiene el espacio para aportar. Todos los Consejos de Presidentes son extraordinarios. ¿Sabe lo que significa que sean extraordinarios? Que salvo uno al año, que es el ordinario, en los Consejos de Presidentes Extraordinarios se tocan solo las materias que están en la tabla. Y las materias que están en la tabla las pone el directorio de la ANFP. Por lo tanto, no podemos estar en Consejos de Presidentes prácticamente todo el año tocando temas que no están puestos en la tabla.

-Y eso para alguien que tiene un pensamiento liberal debe ser dramático.
Sin lugar a dudas, por eso cada vez más estoy alejado de esto.
-Pero preside uno de los clubes más exitosos del fútbol chileno en los últimos diez años, desde el punto de vista de su participación en torneos internacionales.
Sí. Mira, gracias a Dios eso con mucho orgullo lo tenemos, lo mostramos, vamos a seguir así. Pero estoy hablando de que uno, al final, está focalizado en Palestino y está pendiente de mejorar día a día. Por eso cada vez estoy más alejado, por toda esta circunstancia de que no hay mucha cabida para hacer aportes en otras dimensiones.
-¿Es un caso particular de Palestino o siente que hay otros clubes que también tienen esa misma problemática?
Creo que hay muchos clubes que piensan lo mismo que yo, definitivamente.
-¿Qué opina respecto a la multipropiedad, al involucramiento de representantes en la propiedad de los clubes?
Es una materia en la que no me quiero meter. Pero creo que la multipropiedad no es sana y la intervención de los representantes en los clubes, tampoco es sana. Básicamente, no se puede estar a los dos lados del mostrador. Es una competencia desleal, porque un jugador que pertenece al corral de aquellos que manejan los clubes, siempre va a jugar por menos dinero en el club de ellos. Entonces es una competencia desleal para clubes independientes, como Palestino.
El rol de Matías Cerda en la gerencia deportiva
-El trabajo de Matías Cerda, el gerente deportivo, ha sido clave en estas últimas temporadas. ¿Qué grado de autonomía respecto de la propiedad del club tiene él en la toma de decisiones?
El trabajo de Matías ha sido extraordinario. Aparte del directorio, tenemos una Comisión de Fútbol, que es donde está inserto Matías. Somos cinco directores que estamos interactuando con Matías en temas referentes a las contrataciones, a las necesidades del club, temas que pasan en el día a día, situaciones de camarín, etcétera. Cuando hay alguna decisión de inversión, una vez que fue aprobada por la comisión, obviamente se lleva al directorio.
-O sea, ¿él no tiene la autonomía para decidir quién se queda o quién se va del plantel?
Eso lo decide la Comisión de Fútbol, pero trabajamos muy de la mano con Matías. Y en general, hasta ahora, hemos visto todos más o menos lo mismo. Cuando hay que sacar a alguno, todos vemos más o menos lo mismo, y cuando hay que contratar a alguien, también. Obviamente, el día a día, el que aporta nombres, el que hace el seguimiento de la liga, ese trabajo duro, lo hace Matías con mucho éxito.
-¿También define la promoción de los jóvenes al primer equipo?
Sí, ahí trabaja de la mano con el técnico, no con la Comisión de Fútbol.
-A propósito del técnico, ¿Lucas Bovaglio fue una apuesta, en consideración al perfil de los anteriores técnicos, Costas, Vitamina Sánchez, Graff, Sierra, Basay?
Lo de Lucas no nace este año. Él había estado en una evaluación anterior, cuando finalmente trajimos a Vitamina Sánchez. Ya en ese en ese momento era un nombre que estaba en el radar de Matías. Lo llevó a la comisión y fue interesante analizarlo. Veíamos un entrenador joven, con bastante relativo éxito en la Primera B Argentina, que tenía una trayectoria respetable, que podía dar el salto a Palestino... Bueno, en esa ocasión nos quedamos con Vitamina, pero quedó en el radar, y en la segunda vuelta, cuando se fue Vitamina, Lucas quedó inmediatamente dentro de la terna final.

-¿Piensan renovarle o sigue en evaluación?
Lucas tiene fecha de término de contrato, el 31 de diciembre. Es muy temprano como para analizar el 2026 todavía; queremos terminar el 2025 primero.
-Una buena parte del modelo de negocio de Palestino pasa por clasificar a los torneos internacionales. ¿Cómo podría afectar que un año no clasifiquen, por ejemplo, en términos de la calidad del plantel?
Hoy, dado el plantel que tenemos, dada la historia, todo lo que hemos invertido, es un fracaso no clasificar a copas internacionales. Y como tal, siendo fracaso, no puede continuar el técnico.
-¿Quedar fuera impactaría el siguiente año en la calidad del plantel?
Sin lugar a dudas. Nos pasó el 2021 que quedamos octavos, que tuvimos que apretarnos un poco el cinturón, aunque teníamos un balance sano y un plantel en el que no todos vencían contrato, así que pudimos mantener la base para el año siguiente, en el que retomamos la clasificación a una copa internacional.
-Pero si no se concreta el objetivo, este año igual Palestino está saneado financieramente como para no verse tan afectado el 2026.
Sí, pero este año hemos hecho fuertes inversiones. El tema de la luz en La Cisterna nos quitó hartos recursos, casi un millón de dólares costaron las luminarias con las que en agosto podríamos jugar con luz artificial. También hemos hecho una inversión privada-pública para construir canchas para la Municipalidad de La Cisterna y poder albergar a niños y colegios de la comuna para que hagan actividad física en ellas. Hemos tenido inversiones importantes que nos han debilitado un poco los recursos para el fútbol.
-¿Se están gastando una ‘patita’ de la venta de Iván Román?
De Román todavía no recibimos ni un peso. La primera remesa será en enero del próximo año.

El impacto de la Causa Palestina
-A diferencia posiblemente de todos los clubes chilenos, Palestino tiene la representación de una comunidad que vive un conflicto humanitario complejísimo. ¿Cómo influye en el día a día el tema de la Causa Palestina?
Mucho, te diría, porque es una forma distinta de aglutinar los esfuerzos y preocuparse de que las cosas se hagan bien, tanto en la parte deportiva como operacional del club. Nos une, definitivamente; tratamos de traspasar el tema palestino no solo a nuestros jugadores, que están empapados y han sido muy nobles con la causa. También a nuestros trabajadores, para que todos estemos alineados. Palestino es un club que más que un equipo, como dice el lema, es todo un pueblo. Eso lo hace, por sí, diferente al resto. Hay muchos seguidores fuera de Chile, estamos siendo mirados desde muchas partes. Somos el equipo chileno que más camisetas vendemos en el extranjero. Nuestra camiseta se ha transformado en un símbolo de resistencia en el extranjero, en las marchas. Normalmente, es fácil distinguir gente vistiendo la camiseta o el polerón de Palestino y eso nos da mucho orgullo.
-¿Siente que el fútbol chileno es solidario con la Causa Palestina o es una materia en la que no debiese involucrarse?
En general, sí son solidarios. Hemos visto en muchos partidos que, aunque está penado por las normativas vigentes hacer alusión política, barras de equipos rivales levantan el lienzo a favor de Palestina Libre y otras cosas en alusión al tema. Y eso se nota que es transversal y hace que Palestino sea mirado de una forma diferente. Cuando nos toca jugar en competencias internacionales, nos miran, nos siguen, van al estadio algunos, y eso es muy grato.