“Hay que tener tranquilidad y mente fría en esta situación. Deportes Iquique no se acaba porque va a cambiar de división”

Cesare Rossi comenta el difícil momento del equipo nortino, su visión sobre las razones del agudo bajón deportivo, el futuro del entrenador Fernando Díaz, la relación con la hinchada y fija las exigencias ante una eventual venta del club.

Cesare Rossi El presidente de Deportes Iquique vive un período complejo al mando de su club. Pero adelanta que si lo vende, "no será a cualquiera".

Ha sido un semestre anómalo para el presidente de Deportes Iquique, el empresario de la zona Cesare Rossi Oliva. Un inicio prometedor en la primera llave de la Libertadores y una posterior clasificación a la Copa Sudamericana, no daban señal alguna del desplome posterior.

Pero una secuencia de malos resultados, lesiones y contingencias produjeron un desgaste prematuro en un cuerpo técnico y plantel que no logró revertir la tendencia. El nefasto comportamiento de un sector de la hinchada, la partida del entrenador Miguel Ramírez y la irregularidad del equipo sembraron un terreno donde la cosecha no tiene un buen pronóstico.

Cesare Rossi lo afronta con energía, sin que se le escuche nunca un desvarío de resignación. Puede que la procesión vaya por dentro, pero el presidente de los Dragones Celestes da la cara, porque no es un ningún advenedizo en el fútbol chileno y sabe que en este negocio los riesgos se pueden calcular, pero nunca precisar.

-¿Qué pasó con la hinchada? ¿Se produjo un divorcio total o fue algo puntual liderado por unos pocos que se fue masificando? ¿Cómo es la relación del club Deportes Iquique con el hincha?

El hincha iquiqueño tiene un plus muy grande. El sentido de pertenencia hacia su institución y la ciudad es tremendo. No sé si hay algún otro club en Chile que lo tenga. Sentirse iquiqueño, como se dice, es un privilegio. Pero otras veces, cuando las cosas se hacen bien o las campañas van en crecimiento, al final llega ese exitismo mal entendido. Para muchos hinchas, la obligación ahora era que Iquique tenía que ser campeón del fútbol chileno. Obviamente, el hincha lo mira desde su tribuna, pero la realidad dice otra cosa. La desventaja de estar en la Primera Región, la desventaja logística, los jugadores y la multipropiedad, representantes dueños de equipos, que si su jugador en su club cuesta cinco, aquí cuesta 15 o 20, son cosas que el hincha desconoce completamente, porque a veces la prensa no lo dice o al hincha no le interesa escuchar. El defecto que tiene el hincha es que es de resultado, quiere todo, que el club vaya creciendo y seamos campeones todas las temporadas. Y la realidad es que los clubes que estamos en los extremos siempre tenemos más cercana la pelea en la parte baja que en la parte alta.

-Difícil explicárselo a los hinchas…

Además, porque el hincha entra a veces en un estado de locura. Pasó contra Unión Española, que era el colista y perdimos. Un grupo pequeño no lo toleró y se fue en contra no solamente de los jugadores sino que contra nosotros. Y vino todo el desconocimiento de tratar a la dirigencia como que se roba la plata que ingresó de las copas internacionales, o que se la lleva para la casa. Al contrario, los dineros que llegan siempre son reinvertidos. Por algo tenemos un mini estadio, un complejo deportivo de lujo, la mantención de la cancha de pasto natural que nos cuesta mensualmente casi 12 millones de pesos. Entonces, eso el hincha lo desconoce. Hacer fútbol profesional en la Región de Tarapacá es muy difícil y tener a Iquique posicionado donde está, a pesar de tener hoy una pésima campaña, cuesta muchísimo. La gente no lo entiende.

El día que todo se pudrió en Iquique. Decenas de hinchas-delincuentes invaden el campo del Tierra de Campeones. El drástico castigo impactó duramente.
Invasión de hinchas en IquiqueEl día que todo se pudrió en Iquique. Decenas de hinchas-delincuentes invaden el campo del Tierra de Campeones. El drástico castigo impactó duramente.

De la invasión delincuencial en el estadio al futuro del club

-¿Después de la invasión de la cancha, hubo algunas muestras de arrepentimiento, de razonamiento de parte del hincha respecto del daño que le había ocasionado al club?

Hay que entender que el hincha no es solamente la gente de Galería Norte; el hincha también es la gente de Andes, de Pacífico, la gente que va a Marquesina y toda la gente que va al estadio. Esa gente, en general, se fue muy dolida por la invasión, porque al final nos terminó afectando con cuatro partidos a puertas cerradas, lo cual también genera un problema económico importante en la mantención del club durante esta temporada. El 90 por ciento de la hinchada se fue muy dolida y muy decepcionada por el actuar de esos pocos hinchas.

-¿El club inició algún tipo de investigación o castigó a esos hinchas?

Interpusimos la denuncia correspondiente. Aún no hemos tenido ninguna respuesta. Era lo que nos correspondía hacer, porque estas cosas no pueden seguir pasando, no solamente a nosotros, sino que en general al fútbol chileno. Cuando la gente va a ver un espectáculo, quiere sentirse protegida. Hicimos todo lo que correspondía, todo lo que pedía en ese momento Estadio Seguro, cumplimos con todo lo que corresponde, con todo los requisitos fundamentales de seguridad. Pero a veces se intenta que un grupo de guardias, en este caso, o un grupo de dirigentes, contenga a un tumulto de gente que entra a una cancha de manera violenta. Algunos de ellos no estaban en su sano juicio.

-¿Lograron identificar a algunos de ellos?

Eso lo están investigando las personas que corresponde, la justicia. Vamos a ver qué es lo que pasa. Han pasado cuánto... cuatro o cinco meses, y todavía no hemos tenido ninguna respuesta.

-Lo pregunto porque se cumplió el castigo y el público volverá al estadio en una situación bastante sensible desde el punto de vista deportivo. Y si bien después del castigo que recibieron y del daño que le ocasionaron al club, es difícil que se vuelva a repetir, uno nunca sabe tratándose de hinchas-delincuentes.

Siempre el llamado es a la tranquilidad. Los resultados a veces no acompañan; el juego en la cancha, tampoco; los números, menos. Pero hay que razonar de buena manera y entender que esto es fútbol, no la vida misma. Hay que tener tranquilidad y mente fría en esta situación. Iquique no se acaba porque va a cambiar de división. Si no nos toca estar el próximo año en otra división, vamos a tener que luchar por tratar de volver de manera razonable a Primera.

Cesare Rossi y su intención de mantener a Fernando Díaz

-En el caso de puntual del entrenador Fernando Díaz, no se puede decir nada a futuro porque el fútbol es impredecible. ¿Pero la idea es terminar el año con él, independiente del rendimiento del equipo?

Desde que he estado en el club, siempre he tratado de mantener al técnico hasta el final. No soy de la pataleta y echar al técnico porque uno quiere echarlo y hay que cambiar de mano. Al contrario, creo que sobre todo, por el momento que estamos viviendo, hacer otro cambio de mano sería perjudicial. Pero el fútbol es muy fino, el fútbol es de resultados. Insisto: soy de la idea siempre de mantener la línea técnica. De aquí para adelante, no veo que exista un cambio trascendental con otra persona. Nadie es mago. La situación está difícil y lo dijimos desde un comienzo, Fernando era el más adecuado para sacar Iquique de este momento, y creo que sigue siéndolo.

"Soy de la idea siempre de mantener la línea técnica. De aquí para adelante, no veo que exista un cambio trascendental con otra persona. Nadie es mago", afirma Rossi.
Fernando Díaz, técnico de Iquique"Soy de la idea siempre de mantener la línea técnica. De aquí para adelante, no veo que exista un cambio trascendental con otra persona. Nadie es mago", afirma Rossi.

-Ya con el pasado cercano más decantado, ¿cómo se puede entender o interpretar lo que le ha pasado a Deportes Iquique este año? Estamos hablando de un equipo que terminó el 2024 jugando muy bien, que fue uno de los tres mejores del torneo y que además potenció su plantel. ¿Cuál es lo análisis?

Los análisis serios siempre se hacen a final de temporada. Creo, sin embargo, que la respuesta está más que a la vista: la triple competencia. La Copa Chile, que fue más larga que años anteriores, hubo más desgaste, más viajes. Las copas internacionales -Libertadores y Sudamericana-, más el Campeonato Nacional, que para un equipo de región es totalmente perjudicial. El desgaste de los viajes nos pasó totalmente la cuenta. También el jugador chileno, en general, se enfoca básicamente en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, y deja el campeonato local botado. La Copa Chile, más botada aún. Aunque nosotros siempre le hemos dado énfasis a todos los torneos, creo que el Campeonato Nacional era el más importante. Pero el jugador se va relajando, relajando y vemos después que la cuenta de ahorro va disminuyendo y que ya estamos con el agua hasta el cuello. Creo que también por ahí pasa el tema. Tuvimos muchas lesiones, algo impresionante desde comienzos de temporada. La mano en la parte física también pasó la cuenta. Pero siento que Iquique es un equipo que se caracteriza por luchar y que ahora hay que tratar de ir sumando en todo lo que resta del torneo.

-Iquique tiene un equipo con muchos jugadores de experiencia, varios de ellos con perfil de líderes en otros clubes. ¿Los jugadores asumen que eventualmente privilegiaron estos torneos internacionales por sobre el local o cuesta más que ellos hagan la autocrítica?

Es difícil. El jugador de fútbol tiene muy poca autocrítica. Siempre le va a echar la culpa al empedrado, que esto, que esto otro. Y en ese sentido, insisto, yo tengo la conciencia tranquila y se los he dicho a ellos: hemos entregado todas las condiciones para que desarrollen la actividad de una manera profesional. Lamentablemente, los resultados dicen otra cosa.

"El jugador chileno, en general, se enfoca básicamente en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, y deja el campeonato local botado", reflexiona Cesare Rossi, sobre una de las razones de la debacle deportiva.
Deportes Iquique en Copa Sudamericana"El jugador chileno, en general, se enfoca básicamente en la Copa Libertadores y la Copa Sudamericana, y deja el campeonato local botado", reflexiona Cesare Rossi, sobre una de las razones de la debacle deportiva.

-Después de estos meses, ¿se le han quitado un poco las ganas de vender el club? ¿O si aparece mañana alguien con 7 u 8 millones de dólares, se lo pasa de inmediato?

Este club tiene un sentido de pertenencia grande. Yo entré porque por el cariño a la institución, desde cuando iba con mi viejo al estadio, a los 4 años de edad, por el cariño que le tengo a la ciudad, a los ex jugadores. Yo me crie conociendo a los jugadores. Mi papá tenía un supermercado y en esa época en el club difícilmente se pagaban los sueldos. Mi papá siempre fue un hincha que apoyaba mucho a los futbolistas y se produjo ese nexo con todos los jugadores de la época de los ’80, ’90 y ahí uno se empieza a enamorar del club y del mismo fútbol. La verdad es que estos últimos años han sido difíciles, ya son prácticamente 17 años en la dirigencia y también hay un desgaste, un cansancio. Pero reitero, tampoco el club se lo voy a vender a cualquiera. Estamos hablando de poner cierta barrera de entrada a ciertos actores que están entrando al fútbol. Uno nunca sabe lo que pasa en la vida, pero a veces es difícil caminar por la calle, que la gente esté molesta, que a uno lo increpen, no es sencillo. Uno es un dirigente que vive en la misma ciudad y a veces es difícil salir a la calle. Es duro para la familia... pero vamos a ver qué es lo que pasa con los destinos del club.

-¿Es una condición sine qua non pasárselo a alguien de la región o va a esperar un tiempo suficiente para ver otra opción?

Uno nunca tiene que decir de esta agua no voy a beber. Nunca se tiene que cerrar a nada. A mí me encantaría si viene alguien de la ciudad que tome la posta, que sea una persona seria, un empresario serio, que le guste el fútbol y que obviamente tire el club para arriba. Eso es lo que uno quiere.