Puede que el nombre de Djibril Cissé (43) no se incorpore a la nómina de jugadores más brillantes del fútbol francés. Pero el hombre tiene su currículum: jugó en dos Mundiales -2002 y 2010-, que si bien no están en la memoria de una Francia ganadora, explican el alto nivel del exdelantero del Olympique de Marsella (2006-08).
El franco-marfileño jugador vistió la camiseta de Les Bleus en 41 ocasiones y anotó 9 goles. Aunque su mayor palmarés es aquel que ganó con el Liverpool en 2005, cuando fue parte de aquel plantel que ganó la Champions League.
Se retiró en junio de 2018, pero ha seguido ligado al fútbol, pese a que sus intereses artísticos lo han llevado a participar en dos películas -Los once mandamientos y Taxi 4- y a escribir dos libros. El primero fue una autobiografía, “Un león nunca muere”, y su segundo, también de sus vivencias en el deporte: “Djibril Cissé, mi vida de futbolista”.
Dos décadas en el fútbol de primer nivel, siete ligas de diferentes países, entre ellas las de Francia, Inglaterra, Italia, Grecia y Rusia, le hicieron sumar más de 600 partidos. Una dolencia crónica en la cadera terminó por hacerlo abandonar y aceptar la oferta del Auxerre, de donde es el segundo goleador histórico, para oficiar como entrenador de delanteros.

De la pelota a los tornamesas de música
Sin embargo, para Cissé la música ha sido tan importante como el fútbol. Incluso, su cercanía por este arte es anterior a la del deporte. “Más que un cambio de carrera, es ante todo la historia de una pasión, que empezó a los 14 años”, confiesa el jugador, que después del Liverpool pasó por el Olympique Marsella (2006-08), Sunderland (2008), Panathinaikos (2009), Lazio (2011), Queens Park Rangers (2012), Al-Gharafa (Catar, 2013), Kubán Krasnodar (Rusia, 2013-14), Bastia (2014-16) y un par de clubes menores de Francia y Suiza.
Hoy compartiendo medias jornadas entre el fútbol y su labor como DJ, Cissé aprovecha sus 2,7 millones de seguidores en Instagram para diseñar una carrera musical. Su nombre artístico cuando está detrás de los tornamesas es Tcheba -nombre tribal que significa “El guerrero”- y el sello Black Jack Records ya lo integró a su lista de figuras.
Por ahora Cissé-Tcheba prefiere los circuitos menores de bares y discoteques, afirma que no se siente preparado para un festival, lo más parecido a jugar en un estadio lleno de hinchas. “Donde toco hoy no es necesariamente el mismo ambiente, pero siento la presión de tener que ofrecer una actuación al menos decente”, declara.