Otra edición de Wimbledon, la número 138 más precisamente, ya está en los registros históricos. En este 2025, como es habitual, el mundo del tenis centró las miradas en las canchas del All England Lawn Tennis and Croquet Club, para deleitarse con el desarrollo del certamen tenístico más prestigioso de todo el planeta.
Las tradiciones, el recinto mismo donde se juega el torneo, el Palco Real y todo ese halo señorial de costumbres y boato que hacen tan especial al tercer Grand Slam de la temporada, una vez más, cautivaron a los fanáticos del deporte.
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Y con toda la atmósfera de realeza que adorna a Wimbledon desde finales del siglo XIX, en que cada detalle tiene una explicación, hay un elemento, detalle quizás, que nunca ha podido resolverse con total certeza...
¿Por qué una piña adorna la parte superior del trofeo que premia al campeón en el cuadro masculino? De todas las frutas existentes en el mundo, ¡una piña!... Definitivamente, algo que no tiene nada que ver con la cultura británica ni con el torneo.
El enigma de la piña sobre el trofeo de Wimbledon
No hay que ser un experto en botánica ni en pomología para darse cuenta de que las piñas, ese noble y sabroso fruto de la familia de las bromeliáceas, no tiene pito que tocar en la cultura británica.

De hecho, la piña es originaria de Sudamérica (los expertos debaten si viene de Argentina, Paraguay o Brasil) y es representativa de climas tropicales. En Inglaterra, que de tropical no tiene un ápice, las frutas más populares son, en orden, las frutillas, las manzanas y los plátanos.
Pero ahí está. Cada vez que un varón levanta la copa de campeón en La Catedral, las miles de instantáneas que dan la vuelta al mundo inmortalizan el momento, con la dichosa piña al tope.
No hay una explicación concluyente ni en los libros aparece un motivo de por qué tan particular fruta fue la elegida para adornar el trofeo.
Entre las teorías más aceptadas está, sin embargo, que a finales del siglo XIX, cuando se creó el galardón, se optó por ponerla, en señal de algo exclusivo, muy difícil de conseguir y solo reservado para algunos. Así era la piña en Inglaterra en 1887, solo para los pocos elegidos; así es también el trofeo de Wimbledon...
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La historia del trofeo para los campeones de Wimbledon
El trofeo que hoy se entrega en Wimbledon, con piña incluida, tiene su historia. De hecho, es la tercera versión de premio que se les entrega a los varones en el césped londinense.
La primera fue la Field Cup, que a partir de 1877, la primera edición de Wimbledon, premiaba al ganador. El británico William Renshaw se quedó definitivamente con esa copa, al ganar consecutivamente los certámenes entre 1881 y 1883.

Se creó, entonces, la Challenge Cup que en 1886 se fue nuevamente a la casa de Renshaw, quien volvió a coronarse en tres ocasiones.
Para la edición de 1887, las autoridades del All England Lawn Tennis and Croquet Club decidieron poner en el reglamento que ningún ganador de Wimbledon poseerá definitivamente el trofeo de campeón, por lo que fue ese año en que se instauró el galardón que se conoce hasta nuestros días... y que va con piña incluida.