La salud mental en el deporte otra vez está sobre la mesa y es esencial que así sea. Cristóbal Campos entregó un crudo testimonio en TNT Sports revelando que intentó quitarse la vida en el accidente de septiembre de 2024.
El ex arquero de la Universidad de Chile expresó públicamente las dificultades que ha sufrido desde el 2022 con una depresión que lo atormentó durante varios pasajes de su carrera.
El mensaje desde las entrañas de un futbolista es fundamental porque un testimonio valiente y que reafirma una vez más la relevancia de abordar la salud mental en el deporte.
En los últimos años, hubo varios jugadores en el mundo que se atuvieron públicamente a manifestar sus dificultades sicológicas. Wayne Rooney, Paul Pogba, Thierry Henry y Andrés Iniesta, entre otros, son algunos de los futbolistas que han entregado testimonios reveladores. Todos (incluido Campos) destacan la importancia de no cerrarse y pedir ayuda, aunque no debe ser fácil.
La Organización Mundial de la Salud define la depresión como una enfermedad invisible que afecta a más del 10% de la población mundial.
Si lo extrapolamos al fútbol, un estudio de FIFPRO realizado en 2015 reveló que el 38% de los futbolistas profesionales en activo ha sufrido síntomas de depresión.
Casi diez años más tarde, en el 2024, el Sindicato Internacional de Futbolistas Profesionales informó que el 23% de los jugadores en actividad sufre trastornos del sueño, un 9% sufre depresión y otro 7% ansiedad.
De hecho, en el ámbito deportivo, el caso más emblemático a nivel mundial es el de Simone Biles. La estadounidense llegó a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 como la gran figura, pero durante las competencias, evidenció síntomas depresivos. “Tengo que concentrarme en mi salud mental. Simplemente creo que la salud mental es más importante en los deportes en este momento. Tenemos que proteger nuestras mentes y nuestros cuerpos, y no solo salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, expresó la gimnasta.
Volviendo al fútbol chileno, en el Sindicato de Futbolistas Profesionales (SIFUP) muestran preocupación por lo que están elaborando estudios de salud mental con la asistencia de especialistas. Su presidente, Gamadiel García, me comentó, en virtud de esta columna, que actualmente son varios los futbolistas que están recibiendo asistencia por parte del sicólogo del sindicato.
Otro problema que surge es el bajo control que se tiene sobre las redes sociales. Una buena parte de los futbolistas no están preparados para la exposición que muchas veces incluye hostigamiento y descalificación desde el anonimato. Hay personas que no tienen la suficiente empatía para considerar que los deportistas también son vulnerables a los problemas de salud mental debido a la enorme presión que enfrentan.
Desde el rol de los medios de comunicación, se aborda con frecuencia el rendimiento deportivo desde un punto de vista físico, técnico y estratégico, pero no tanto desde el enfoque mental y emocional. Como no tenemos conocimiento de lo que pasa por la cabeza de cada deportista, se convierte en una variante difícil de analizar.
Hay que considerar que el rendimiento deportivo está totalmente condicionado por la salud mental. Por ejemplo, en los malos momentos, la ansiedad o la falta de confianza inciden en el desempeño porque un deportista es, ante todo, un ser humano.
Por lo anterior, es primordial que los clubes y sindicatos trabajen en la identificación temprana de los jugadores que presenten dificultades sicológicas y que así se forme una red de especialistas que pueda trabajar en el tratamiento adecuado.
La tarea es demandante y desafiante en tiempos de agobio de la sociedad, porque cuidar el bienestar sicológico es una obligación de la industria. Por esto que el valiente testimonio de Cristóbal Campos es un aporte incalculable para nuestro alicaído fútbol chileno dejando de invisibilizar a este peligroso rival.