El contramercado

El fútbol chileno está devaluado y fomentar el mercado interno no me parece un problema. Además, los movimientos inter temporada entregan una fuerte señal de la intención de cada club a mitad de torneo.

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Eduardo VargasEl bicampeón de América ha sido la estrella del mercado de pases intertemporada.
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El fútbol se gana en la cancha, pero también fuera de ella. Frecuentemente, la suerte de los clubes en un torneo se resuelve en las oficinas. Hoy un buen mercado de pases es decisivo en los éxitos o fracasos de un equipo en una temporada.

En las últimas semanas, se ha generado un interesante debate sobre los jugadores que, en pleno torneo, pueden pasar de un club a otro, como iba a ser el caso de Esteban Matus, quien jugaría en Audax Italiano y, luego, en la misma temporada, en Universidad de Chile, operación que, finalmente, se cayó.

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En el debate del mercado de pases, si bien entiendo los argumentos de quienes están en contra de que esto ocurra, soy de la minoría que cree que está bien. Paso a exponer mis motivos.

En primer lugar, el fútbol chileno está devaluado y no me parece un problema fomentar el mercado interno.

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En segundo lugar, nadie le pone una pistola en la cabeza a los propietarios de un club para tomar la decisión de vender a un jugador. Además, nos exhibe la declaración de intenciones de cada dueño de club de cara al tramo decisivo de la temporada.

También, la evidencia nos muestra que, desde que esta regla volvió, son escasos los movimientos internos entre clubes mientras se desarrolla el torneo.

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Cabe señalar que esto ocurre en las mejores ligas del mundo y que, de esta manera, se evita la fuga masiva de los mejores talentos de nuestro torneo a otros países.

Asimismo, este movimiento de futbolistas permite a los equipos chilenos que siguen con vida a nivel internacional optar a un mercado más amplio de jugadores. Con el anterior sistema, Independiente de Avellaneda podría ir por cualquier jugador del torneo chileno para enfrentar a la U y los azules no podrían potenciarse con ningún valor del campeonato para jugar contra los argentinos.

De todas formas, hay algunas alternativas para mejorar el sistema y un ejemplo es la limitación del número de transacciones internas. No prohibirlo, pero sí acotarlo. Eso sí, creo que lo más urgente tiene que ver con los plazos. Hoy el fútbol chileno cierra su ventana de pases un mes antes que Europa. Ya le pasó a la Universidad de Chile que perdió a Darío Osorio cuando el libro de pases nacional estaba cerrado.

Con todos estos antecedentes, uno podía pronosticar que los clubes de mayor poder económico desarrollarían un mercado de pases más fuerte que los equipos de menos recursos que están en la zona alta de la tabla, pero hasta aquí, nada de eso ha ocurrido. De hecho, las grandes movidas del mercado son de Audax Italiano, Coquimbo Unido y O´Higgins, no de Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica. Lo que también demuestra la fuerza de la representación.

En relación al líder, Coquimbo Unido, tengo la sensación que sus propietarios aprendieron la lección de 2024 cuando perdieron a Luciano Cabral, su mejor jugador. Hoy el escenario es diferente. Rápidamente, frenaron cualquier posibilidad de salida de su figura, Matías Palavecino y, además, fueron a buscar a Cristián Zavala para potenciar su plantel. Los Piratas no han perdido ninguna pieza de cara al tramo decisivo.

Por su lado, Audax Italiano vivió una de las semanas más alocadas de su historia reciente con la llegada de Eduardo Vargas y la frustrada venta de Esteban Matus a la U. El equipo de Ribera no sólo no se despotenció, sino que también sumó un futbolista de jerarquía para su ataque, lo que le puede significar un salto competitivo para luchar por el título.

El caso de la U es sumamente particular. Increíblemente, dejó que Eduardo Vargas fuera a jugar a un competidor directo por el título. Evidenció las pocas ganas de fichar al delantero renquino, lo que no sólo le privó de contar con el jugador, sino que provocó un terremoto interno entre los propietarios, su gerente deportivo y su entrenador. Este último pidió abiertamente la llegada del delantero que no se concretó.

El caso Vargas abre una caja de pandora con cientos de interrogantes: ¿Por qué la U, si supuestamente quería al delantero, hizo una oferta tan baja y llena de cláusulas? ¿Por qué nadie en la U ha entregado alguna explicación? ¿Por qué no le dieron en el gusto a su entrenador que, a viva voz, pidió al bicampeón de América? ¿Qué relación tiene Audax Italiano con la agencia de representación del delantero? ¿Podrán la U y Vargas limar asperezas para cerrar el fichaje en enero? ¿Influyó la frustrada negociación de Matías Sepúlveda en el fichaje de Vargas, considerando que son representados por la misma agencia?

Si bien los azules sumaron al argentino Felipe Salomoni, quien ha dejado una muy buena imagen inicial, por ahora el mercado parece ser excesivamente modesto, teniendo en cuenta que es el único equipo chileno vivo en el ámbito internacional.

La situación de Colo Colo es diferente. Hoy el Cacique se quedó con un plantel multimillonario pensado para tres campeonatos y jugando solamente en el Campeonato Nacional. Sus problemas no tienen que ver con la falta de refuerzos, sino que más bien con la desorientación entre las autoridades, el entrenador y los jugadores, en un Centenario para el olvido.

Por su parte, Universidad Católica está expectante por la apertura del Claro Arena que, obviamente, significará un upgrade deportivo; sin embargo, el plantel evidencia a gritos la ausencia de un organizador que le pueda dar un nuevo sello al equipo. Su mismo técnico, Daniel Garnero, lo ha dicho.

O’Higgins es otro de los que fichó a dos futbolistas ilusionantes como Maxi Romero y Francisco González. Esto tiene una clara relación con la llegada de Cristián Bragarnik y su facilidad para poner jugadores de renombre en sus equipos.

El Campeonato Nacional entra en una fase decisiva de la temporada. Hay menos margen de error, un triunfo o una caída pueden definir el torneo y, en un modelo de mercado donde se dice que los grandes deberían salir beneficiados, son otros los equipos que, por ahora, llevan la delantera.

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