Mauricio Pinilla fue parte del conversatorio “Colgando los botines” que promociona el nuevo libro de Vicente Zegers, “Millonarios prematuros”. Tal como indica su nombre, la instancia sirvió para que el exseleccionado nacional se sincerara respecto a los excesos y derroches económicos que tuvo durante su primera etapa como futbolista profesional.
Hoy, a sus 39 años de edad, el exdelantero de la Universidad de Chile mira con mucha más madurez su pasado, en donde confesó que llegó a gastar millones en lujos pasajeros o que, incluso, cambiaba cada pocos meses su auto solo porque se aburría de estos.
Según recogió LUN, Mauricio Pinilla aseguró que “En los primeros tres años de mi carrera habré derrochado tres o cuatro millones de dólares. Botados a la basura, literalmente” para después analizar en detalle lo que le pasó.

Mauricio Pinilla y sus derroches económicos: “Boté mucho dinero”
Al expresarse sobre el tema, Mauricio Pinilla contó “¿Qué es lo primero que se le viene a la cabeza a un joven cuando recibe una suma de dinero importante? El auto, la ropa, la fiesta, los lujos. Yo derroché cuatro millones de dólares, en autos, viajes, relojes y un montón de cosas”.
“Invertí muy poco entre los 18 y 24 años. Boté mucho dinero, pero llegué a un momento en que dije no. Dejé de jugar seis meses, un año, y prácticamente estaba sin ningún ingreso. Tenía algunos activos, pero la liquidez se me había ido. Tuve que remarla de nuevo. Tenía la posibilidad de ir a jugar a Parma, pero dije ‘¿por qué me voy a la Serie A si no lo merezco?’. Entonces me fui a la Serie B, a Grosetto, un equipo prácticamente desconocido, y empecé a forjar mi carrera nuevamente, asesorándome con personas que realmente me iban a dar la posibilidad de terminar mi carrera tranquilo”, profundizó en modo de autocrítica profesional.
Junto con declarar que “Cada tres o cuatro meses me aburría y cambiaba los autos”, Mauricio Pinilla también hizo una reflexión en vista de los más jóvenes. “Los jugadores deberían jugar y recaudar la mayor cantidad de dinero posible y asesorarse bien. Uno de los peores errores es que traten de hacer negocios ellos mismos. Es necesario tener educación dentro de los clubes, pero eso en Chile no existe”.