Este miércoles 1 de noviembre, en medio de una nueva edición del web show “Qué te lo digo”, el periodista Luis Sandoval dio a conocer que Raquel Argandoña no la estaría pasando del todo bien en TV+, a tal punto que habría puesto una extraña condición para seguir en el canal.
Aquello llega justo en marco de la noticia de que la “Quintrala” se habría enojado con Marlen Olivari a tal punto de que ambas se sacaron temas privados en cara para después abandonar el estudio de grabación de “Tal Cual”, el programa que conduce junto a José Miguel Viñuela.
Incluso, durante el programa transmitido vía Instagram, la periodista Paula Escobar aseguró que Argandoña habría tenido un desubicado gesto con su nueva compañera de canal, Kenita Larraín.
La exigencia de Raquel Argandoña en TV+
El rumor de Luis Sandoval en “Qué te lo digo” comenzó con el comunicador asegurando que “tú sabes que Raquel Argandoña no estaría muy cómoda con la llegada de tanto rostro. Tengo entendido que el otro día reclamó al aire de que le habían bajado el sueldo junto a Patricia Maldonado. Todas estas copuchas vienen desde el mismo equipo donde trabaja”.
“Ahora tiene una exigencia que es realmente impactante. Ella le prohibió, pero estrictamente al director del programa, que le haga un primer plano, un zoom o que muestre su rostro en pantalla que se vea cerca. Solamente le dice que le haga plano general o plano medio, donde, supuestamente, es el lado derecho el lado de ella. No pueden cambiar los planos, o si no ella deja la escoba”, comentó respecto a la insólita exigencia puesta.
Posteriormente, Paula Escobar tuvo una conversación con una persona de TV+ donde le dijeron que “Efectivamente es terrible. La señora (Raquel) se topó con Kena (Kenita Larraín) el otro día y no la saludó y le dio la espalda, literal”, además de recalcarle que “Bataclana es lo más suave” que le habría dicho la panelista a la numeróloga.
Todo esto generó molestias en el panel de “Qué te lo digo”, donde Luis Sandoval comentó que Raquel Argandoña “Sigue siendo la misma persona que antes. Qué pena que una persona de más de 65 nunca haya cambiado. Ni la muerte de su mamá, ni el estallido social, ni la pandemia hicieron cambiar”.
