“Cizañeros”: Jennifer encaró a Diana Bolocco y Julio César Rodríguez en “Gran Hermano” Chile

Justo antes de que se diera a conocer que Maite es la nueva eliminada de “Gran Hermano” Chile, Jennifer Galvarini protagonizó un llamativo cara a cara con los mismísimos animadores del reality, es decir, Diana Bolocco y Julio César Rodríguez.

Este encontrón ocurrió porque, desde el estudio, le preguntaban a la “Pincoya sin glamour” respecto a su malestar con Mónica, del que, hace algunos días, solo se sabían las consecuencias, pero no el detonante.

Ante eso, y con toda la personalidad que la caracteriza, Jennifer les dijo a Julio César Rodríguez y Diana Bolocco todo lo que piensa de ellos y de sus intenciones al preguntar.

“Miren, yo les voy a decir una cosa y que lo escuche el mundo entero porque, a mi edad, creo que está permitido todo. Los encuentro a ustedes, los dos, bien cizañeros porque yo no tengo ninguna mala onda con la mujer (Mónica), nosotros nos levantamos y nos saludamos”, comenzó diciendo.

“No sé si la gente no lo ve. Independiente si ella piensa algo o mis compañeras y compañeros, yo lo digo en general de la casa, yo los saludo igual. Si lo que yo digo, se lo digo a todos en general. Aquí yo se lo digo a todos”, continuó.

Incluso, Jennifer también aprovechó de repasar a Jorge, quien había levantado su mano con el fin de opinar. “Es mi momento, no es el tuyo. No es tu momento, es mío, por favor”, le dijo inmediatamente.

Revisa el encontrón de Jennifer con Julio César Rodríguez y Diana Bolocco:

“Gran Hermano” Chile: ¿Qué pasó entre Mónica y Jennifer?

Este domingo 16 de julio por fin se mostraron las imágenes de lo que había ocurrido días atrás entre Jennifer y Mónica, donde solo se sabía que la primera mencionada estaba molesta.

Todo comenzó cuando Sebastián, en modo de juego bastante picarón, le puso crema a la “Pincoya” en su parte trasera, lo que generó incomodidad en la participante más longeva del reality.

De hecho, después Mónica dijo que no le gustó eso por miedo a lo que los cercanos a la sureña podían pensar, incluyendo a su esposo.