En su paso por ”Podemos Hablar”, Rafael Araneda se refirió a los motivos que los han llevado a continuar viviendo lejos de Chile.
Recordemos que el matrimonio vive junto a sus hijos en Weston, Estados Unidos, hace aproximadamente tres años.
Según explicó Rafael Araneda, prefiere el país donde reside actualmente con su familia debido a las diferencias positivas que tiene con Chile.
“A nadie le gusta vivir en un ambiente polarizado, por más que yo ame mi país y a quienes habiten esta tierra y especialmente a mis amigos y a mi familia, me preocupa mucho lo que sucede con ellos. Yo si tengo la posibilidad de vivir en un ambiente donde a la autoridad se le respeta, donde puedes salir a la calle sin que te asalten y donde la corrupción se castiga al días dos, donde la prensa a veces no cambia el nombre de delincuente por manifestante, es bien distinto. Entonces son cosas que son duras, pero hay que decirlas. A mí también me da mucha tristeza tener que decir esto, porque amo mi patria, lo único que quiero es que le vaya bien a mi país”, explicó.
El grave portonazo que sufrieron Rafael Araneda y Marcela Vacarezza
En 2019, tiempo antes de que Rafael Araneda y Marcela Vacarezza decidieran vivir fuera de Chile, sufrieron un traumático evento. Y es que la familia fueron víctimas de un grave portonazo.
“Yo me sentí el hombre más penca del planeta porque no pude defender a mi familia… El deseo mío era agarrar uno de estos animales por el pescuezo… es irrenunciable… y en ese momento no puedes hacer nada. Vicente era chico y lo tenían con una pistola en la cabeza… las niñitas con cuchillos. Fueron a golpear a mi madre arriba que estaba sola, enferma… gente de mier...”, dijo Rafael Araneda en “Podemos Hablar”.
“Nosotros conversamos como familia si seguíamos con la investigación. Esto implicaba tiempo, plata, exposición, desgaste psicológico… revivir este episodio, que lo vieran en el mundo público como una victimización…entonces decidimos seguir adelante. Fue un proceso bien jodido”, explica sobre el proceso judicial.
Marcela Vacarezza, también recordó el duro enfrentamiento que tuvo con quienes estuvieron detrás del portonazo.
“Esto se deja con estos tipejos sentados al frente, con una desfachatez, tú dices… al final las víctimas que fuimos nosotros, tenemos que ir, dar testimonios y estos tipos, sentados, echados para atrás, mirándote con una cara de a ver qué vas a decir… las familias detrás del vidrio como amenazándote, a medrándote, un sistema que no está bien”, señala.
“En Chile la víctima tiene muy poco qué hacer, es un sistema que está hecho para los delincuentes”, agrega Rafael Araneda.