Raquel Argandoña fue una de las invitadas al último programa de “Podemos Hablar”, el show de conversación de Chilevisión, en donde aprovechó de desclasificar una cita a ciegas que tuvo con un millonario, la que no terminó del todo bien.
En un adelanto exclusivo para TiempoX, la “Quintrala” contó todos los detalles de aquel momento, ya sea de los preparativos y los nerviosismos respectivos, así como también el instante en que, para ella, todo se derrumbó.
“Una amiga hizo una comida en su casa. Me dijo ‘tú tienes que ir regia porque te voy a presentar al hombre ideal’. Yo fui a la comida, me quedé hasta como las 23:00 horas y el tipo no llegó, ya me fui a la casa”, comenzó diciendo.

Raquel Argandoña y su fallida cita a ciegas: “Llegué enamorada”
Pese a la mala primera impresión generada, Raquel Argandoña comentó que dicho anónimo se consiguió su número y la llamó, todo con el fin de agendar una cita con solo ellos dos.
“Él me llama, ‘hola, Raquel, soy fulano de tal, me atrasé en una reunión, no te pude conocer, pero me encantaría salir a comer contigo ¿te parece?’. Sí, perfecto. Me dijo ‘te quiero invitar a mi casa a cenar’”, agregó en su recuerdo.
Tras fijar todo, Argandoña comentó que comenzó a buscar toda su información. “Lo googleé, era un empresario, viajaba mucho, viudo, con lucas. Yo dije ‘¡esto me lo mandó Dios!’. Vivía en un sector muy, muy acomodado, en un departamento maravilloso, yo averigüé que tenía a unos amigos cerca y me dijeron ‘ese es el mejor edificio de este sector’”.

“Me arreglé como puerta mexicana. Llegué enamorada, porque lo vi en las fotos y se veía espectacular. Yo dije ‘esto es lo que yo me merezco después de haber trabajado tanto’. Me arreglé, me perfumé por todos lados, me puse unos zancos altos para verme más flaca, un escote sobrio”, siguió.
Incluso, entre los planes de Raquel Argandoña estaba involucrada su hija, Kel Calderón, dado que esta la iba a llamar a una determinada hora para “rescatarla” en caso de que la cita estuviera aburrida.
Finalmente, la animadora de “Tal Cual” se refirió al instante de conocerse en persona, el que fue, para ella, algo decepcionante.
“Yo llego, el conserje me dice ‘señora Raquel, la están esperando’. Toco el timbre, me abren la puerta y era así (realiza gesto con las manos haciendo referencia a una baja estatura). Gente pequeña se llama, para no ofender a nadie”, finalizó Raquel Argandoña, quien recalcó que “eso me pasa por ser materialista, así que nunca más me fijo en si tienen plata o no tienen plata”.